1. Aleida Mini Ninfomanita VI.


    Fecha: 22/01/2019, Categorías: Hetero Autor: sexigaleno, Fuente: SexoSinTabues

    ... ayudado en la mañana y quiere platicar con usted, a la hora del recreo, en el cuarto de las utilerías, ¿Qué si puede verlo ahí?, pues sí claro no hay problema, que me busque ¿y tú sabes que quiere?, no me dijo, pero dice que, como usted se lleva bien conmigo y me presta los balones ella quiere darle las gracias en persona, ah bien, sí dile que la espero, pero que no hay necesidad, bueno amorcito ven con ¿tu papi aquí en mis piernas?, vamos a jugar, ¿quieres? A. - ¿Cómo dijo, mi papi?, C. - si mi amor, no te gustaría decirme así, en lugar de don José, ya ves que ya somos novios y debes de tutearme, para que vayas tomando confianza. A. - ay don José, no sé si podré decirle así, ¿a poco a los novios se les dice papi? Ji ji ji C. - bueno, de cariño y de amor y si tú quieres puedes decirme así, a mí me gustaría que así me dijeras, ¿podrías decirme así? A. - bueno sí está bien don José, perdón digo papi, ji ji ji. C. - eso mi amor, ¡acostúmbrate!, desde hoy a decirme así, cuando estemos aquí solitos y cuando me veas que no hay nadie cerca de mí, me lo puedes decir, sin pena que yo te quiero mucho y me estoy enamorando mucho de ti ¡mi pequeña! A. - ay, papi no me hables así, me pones como nerviosa, pienso que me veo como una mayor y todavía soy chiquita, ¡mira ni las chichitas me crecen bien! C. - bueno, bueno tú me dices así y ya, ¡vente, súbete a mis piernas!, que vamos a jugar juntitos. A. - ay papi, mejor trae la maquinita, mira que siento aquí en mi pancita como unas ...
    ... maripositas de que quiero . . . . , bueno jugar con ella, no seas malo. C. - no mi reina, ya no quiero que juegues con la máquina, ya vi que te hace sentir cosas raras y mejor te voy a enseñar a que las sientas de manera natural y no inducidas por esas vibraciones que hace en tu pancita, ¡vente con tu papi!, que te extraña. A. - a, ¿bueno, pero si no me gusta me das la máquina, eh?, voy, ¿pero como quieres que me siente en tus piernas?, ¿como si fuera bebé, sentadita o de a caballito’ C. - pues, tu siéntate en mí, ya vemos cómo te acomodas, para jugar mejor y te sientas bien y yo también, para jugar mejor. A. - aja, sí, y ¿a qué vamos a jugar, a las cosquis o a qué?, ¡dime papi! C. - haber, déjame ver oye ¿Qué bonita colita tienes, está bien acojinada?, te voy a poner unas nalgadas por traviesa, ¡¡¡plaf, plaf, plaf, plaf, toma, toma por traviesa!!! A. - ahh, papi, no sea malo me arde, ¿Qué hice de malo, para que me nalguees?, ayy, ayy C. - te parece poco lo que haces con la máquina esa, y más nalgaditas tiernas le daba a la chiquilla, que lejos de llorar, se reía de ese juego. A. - ah, es por es eso, ya no la tomaré desde ahora, pero ya no me pegues, papi, ja, ja, ja. C. - bueno, si es así ya no te pego, pero te voy a dar un castigo, ahí quédate cómo estás. Y se dio don José a darle unas sobaditas al trasero que lo tenía empinado Aleida, hasta que le bajo el short con su prenda íntima y le daba más masaje al culito de la niña, que nada más se quedaba quieta, sintiendo nuevas ...
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