1. Aleida Mini Ninfomanita VI.


    Fecha: 22/01/2019, Categorías: Hetero Autor: sexigaleno, Fuente: SexoSinTabues

    ... - ya mi amor, ven súbete encima de mí, ¡para que hagas upa, upa, upa! A. - ah sí, ¿quieres que haga caballito, verdad?, bueno pero tú te mueves y yo te empiezo a ordenar, por donde tenemos que ir, ¿sale? C. - bueno, está bien, pero tienes que saltar un poco, como si fueras cabalgando en un caballo de verdad, aquí en mi panza y te sostengo para que no te vayas a caer, ¿vas a ver que la vamos a pasar bien divertido, con este jueguito? A. - ya estoy arriba papi, uy me raspan tus pelitos de tu panza, me dan cosquis, ji ji ji C. - ya concéntrate en que soy tu corcel, también esos animales tienes pelos y raspan más, ¡ya muévete! A. - ah papi, vamos al pueblo de ¿¿¿- - - - - - -??, a cobrar las cosechas, arre, caballo, arre C. - salta más despacio, sino te vas a caer, eso es mi amor, ¡vamos! A. - ah caballo me rozas mi colita, pero vamos, arre, arre, Y los saltos que Aleida hacía encima de don José, más que brincos, eran fricciones y frotamientos que se daba en la panza de don José, y de a poco se la iba acomodando a modo de que la chiquilla se sentara en su pene y se lo remoliera con su breve intimidad que dejaba escapar, esos líquidos del delirio de ese hombre, y así se mecía y tallaba esa escuincla, hasta que por fin llegó al encuentro del aparato masculino que estaba en dirección a la panza de ese hombre y la chiquilla sin darse cuenta, de que lo aplastaba con su conchita y su traserito apetecible, y se daba más a frotar a una velocidad lenta, pero muy erótica, en eso abriendo ...
    ... la boca y jalando aire, dice: papi que cosquillitas siento ja, ja, ja, me da mucha risa, este caballo tan brusco, me da, ja, ja, ja, y las risas de Aleida se intensificaban más a cada momento, ya que efectivamente sus labiecitos externos de su vulvita estaban abiertos y se daba roces en su clítoris con el tronco del pene que estaba siendo machacado por esa tierna vaginita, pero al pasar los minutos esas risitas se iban transformando en unos gemiditos intercalados, ¡entre la risa de euforia que daba a los oídos esa princesita!, mientras pasaba de atrás para adelante su chochito babosito en casi todo ese tronco que también dejaba escapar una muy buena cantidad de precum, por ese roce erótico, que disfrutaba en ese momento. Ahh, papi, ja, ja, ahhh, me sientooo como que me hagoooo, ayyy, que bonito te muevesss, eres un caballito, muyyy, ahhh, ja, ja, ja, ahhhhh, ahhhhhhhh, papiii, me voy ahhhhhhhhh orinarrrrrrrrrrr, ahhhh, ahhhhh, no dejes de moverteeee caballlitoooooooooo, ahhhhhhh, ahhhhhhhhhhhh, ahhhhhhhhhhhhh, mmmmmmmmmmmm, yaa yaaaa caballito, yaa me hiceee, pero no dejess de moverteee, sigue, sigueeee, ahhhhh, quieroooooooo, quieroooo otraaa vezzzzzzzzz orinarmeeeeeeeeeeeeeeeee, ahhhhhhhhhh, ahhhhhhhhhhhhhhhhhhh ayyyy que sientoooo, ahhhhhhhh ayyyyyyyyyyyyyy papiii, papiiii, estoyyyy mareadaaaa, siento caermeeeeeeeeee, agarraaameeeeeeeeeeee, ¿ ¿ ¿ ¿ ¿ ¿ ¿ ¿ ¿ ¿ ? ? ? ? ? ? ? ? ? . Desde luego que no se iba a caer, ya don José la tenía sujeta de su cintura, sólo la hizo a un ...
«1...3456»