1. Aleida Mini Ninfomanita VI.


    Fecha: 22/01/2019, Categorías: Hetero Autor: sexigaleno, Fuente: SexoSinTabues

    ... lado y la dejó suavemente acostada en el colchón, para caer en un profundo sueño y respirando agitadamente, mientras él se pasaba una toalla desde el ombligo para abajo, ya que la chiquilla, aparte de marcar un par de orgasmitos intensos, se dio una buena orinada, y eso le daba una felicidad enorme a don José, de que esa tierna criatura le allá regalado una copiosa lluvia dorada que se dejaba a oler en ese cuarto junto con los aromáticos fluidos orgásmicos de Aleida, que pareciera que eran de una joven mujer, por lo fuerte que se aromatizaba ese ambiente. Mientras don José estaba erecto completamente, ya que él no había alcanzado a vaciarse y se fue a meter su cabeza entre esas roízas piernas de la niña y se dio a lamer como un perro esos fluidos mezclados con orina que había vertido al exterior su noviecita, los cuales absorbía y degustaba directamente de esa fuentecita de jugosidad interminable, hasta no dejar rastro alguno, sólo su saliva brillaba en esa partecita y sus muslitos claritos ligeramente velluditos y apetitosos y por ver esa estampa que la pequeña daba, se excitaba más, y fue por ese lubricante que había comprado minutos antes, limpió una mesa de los objetos que había allí y le colocó un cobertor con una almohada, se lavó las manos perfectamente y se puso alcohol en ellas y esperó a que el ambiente se las secara, mientras abrió el tubo de gel y pasados unos minutos, se dio a poner de manera muy delicada en esa conchita y con su dedo meñique y con mucho ...
    ... cuidado lo metió un poco en esa diminuta abertura y embarró ese orificio vaginal perfectamente, y él también se puso, sólo en el glande una buena porción de esa sustancia, y tomo a la diva en miniatura, para colocarla suavemente en la mesa que ya había acojinado, la acomodó a modo de que él estuviera a una altura apropiada, y se ubicó entre esas piernas y le fue pasando muy suavemente el glande en esa zona íntima de una manera cuidadosa y tranquila, y él mismo se daba cuenta de la desproporción que existía entre su miembro y esa vaginita tierna, pero la excitación era tal en él, qué comenzó a forzar la entradita con mucho precaución y sin precipitación alguna, hasta que llegó a hundir un poco su glande, mientras que veía de ese ángulo cómo se expandía esa vulvita, ya que sus breves labiecitos vaginales internos de la nínfula comenzaban a abrirse como el centro de una orquídea, y se mantuvo un tiempo prudente quieto, hasta que volvió con suavidad a empujar más adentro y en eso, estaba con su maniobra, cuando por fin, ¡¡quedó el glande dentro de la vulvita!!, y a la vez sudaba de la frente, ya que no podía imaginarse como logró entrar su cabezón, sin rasgar, lastimar y sangrar en esa chiquita, pero hermosa flor que abrazaba el invasor que estaba un poco dentro de ella, mientras Aleida completamente dormida, ni sintió que era allanado su templo de adoración, por esa vía y con mucho cuidado y muy delicadamente don José, fue moviendo de atrás para adelante su pene su cadera, sin entrar ...
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