1. Entre-acto. Con repulsa y los efectos secundarios


    Fecha: 04/02/2019, Categorías: Dominación Autor: Caminante, Fuente: CuentoRelatos

    ... risa fue normal. - No, tú no verás pero sentirás, al margen de la puesta en escena, es decir, puedes no estar acostada en tu cama con las piernas separadas. Ahora el silencio cambió de lugar. Su respiración cambió. - ¿Pretendes vengarte por el principio? - No, escucha con atención, un polvo diferente, esa amiga mía me pide esos guiones. Ignoraba lo que escribía y un día que se dio esa circunstancia, quiso follar, como tú, así de simple, y le dije que no me gusta el procedimiento normal, cuatro besos, alguna mamada por ambas partes, meter y diez minutos después corrida, casi siempre por un solo lado. Era un sábado por la mañana y monté el circo para por la tarde, le dije que el follar no dispone de hora oficial, sirve cualquier hora, algo que no comprendió, y después de comer, monté el escenario, salí a la calle en busca del material, ella dijo de esperarme en la cama, negué con la cabeza, la dejé con muchas dudas. Fui a una tienda muy conocida mía, y compré varios metros de tela de araña, esa que vemos en algunos techos en noviembre. Velas de color negro, no velas negras, que eso es otra cosa muy diferente, las velas negras no están a disposición de la gente normal y formas de humo oloroso, y uno de mis focos, llevaba un pasador cuadriculado, se trataba de mostrar en una pared una reja, y unas gigantescas tijeras, mi amiga iba a ser una monja castigada por desobediente. Su ropa fue un largo camisón casi transparente de inmaculado color blanco, sujeto por una pesada cadena, ...
    ... cada eslabón era de veinte centímetros, lo compre en Toledo, un domingo que fui en busca de espadas medievales, y una capucha de color negro, la parte de los ojos lleva fino tejido, puedes ver, pero poco, casi adivinar. No me voy a extender, pero una vez vestida pasó por la ducha, debía de estar mojada, era una forma de que tuviera más frío y aquello ya hizo que tuviera el primer orgasmo, sin tocarla, bueno, no del todo, pegué el camisón a su cuerpo, en sus pechos me entretuve un poco más, sus pezones muy erguidos reclamaron mi atención -, me interrumpió. - ¡So mamón!, no sigas ¡Estoy mojada! No la hice caso. - Mi amiga es decoradora de interiores y como no disponía de varias escaleras de diferentes tamaños y por el uso, muchas se convierten en estanterías de tiestos, utilicé la más alta, la sujeté en uno de los ángulos de la pared, entre dos muebles y mojadita por dentro y por fuera la até, bueno, podía mover bien los brazos si quería, si a mí me daba un ataque que me dejaba sin sentido, ella podía desatarse sin problemas, eran nudos desnudos como yo les llamo, otro invento mío, siempre van en la piel. Y la sorpresa, unas tijeras enormes tijeras. Mi amiga abrió muchos los ojos, y a la luz de una sola vela y situada de forma que hubiera más sombra que luz, fue el momento de empezar a desnudarla del todo y esas tijeras fueron cortando ese fino camisón, yo procuraba que sintiera el frío del hierro y su poros me fueron informando, tuvo más orgasmos, una parte de mi cuerpo la ...
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