1. Esclavo de mis empleadas Parte 1


    Fecha: 06/02/2019, Categorías: BDSM Fetichismo Autor: Fet1sh, Fuente: xHamster

    ... con llave y salieron, mientras la mujer del hotel entraba y me dejaba una barredora y una t****adora. Después salió y me dejó sólo. Intente safarme de la correa o safar la correa de la rotura, pero me fue imposible. Pensé que debería planear algo, pero también me fue imposible hacerlo, lo tenían todo muy bien calculado. Me di cuenta que seguía en cuatro y me pare, no lo había hecho desde el día anterior, se sintió muy bien. Me quite la tanga que aún tenía. Estaba muy limitado, no podía coger más ropa, no podía bañarme o siquiera lavarme la cara. Lo único que podía hacer era barrer y t****ar, y eso fue lo que hice, término todo muy reluciente y organizado, me acosté en la cama por unos diez minutos, y después recordé que debía estar acostado en la entrada. Me senté, y cuando las escuchara me acostaría. Pasaron otros diez minutos. Cuando las oí, me acosté boca arriba y espere. Abrieron la puerta y me tallaron toda la cadera y la parte posterior del torso, pero no dije nada por miedo, pasaron a la habitación caminando sobre mi estómago y pecho con sus gruesos tenis de suela. También me dolió mucho, pero seguía callado. Se quitaron los tenis y las medias. La del aseo abrió un cajón y sacó cinta adhesiva. La niñera cogió todas las medias que se habían quitado y me las metió en la boca, mientras la cocinera ponía uno de los tenis cubriendo toda mi cara, pegándole a la misma con la cinta que la del aseo le había entregado. Olía asqueroso, mucho. Pusieron. Los demás tenis en mi ...
    ... cuerpo. Se me dificultaba mucho respirar, pero sí podía por un hueco que quedó en el tenis. Me dejaron ahí y se fueron a ver televisión hasta la hora de cenar, lavando sus sucias y sudadas medias de lana. A la hora de cenar hicieron algo parecido a lo del almuerzo. Pidieron hamburguesa, esta vez había una para mi. La pusieron en la mesa y le metieron las medias adentro, después la aplastaron. “En cuatro” me dijo la del aseo. No hice nada, la rete. Ella cogió un látigo de púas “Empecemos con diez azotes” me azotó diez veces, lo que me dejó muchas ampollas muy dolorosas. “¡Que en cuatro, cerdo!” “... Si... mi señora” dije, con mucho temor y angustia mientras me ponía en cuatro. Empecé a comer la hamburguesa, sin utilizar las manos. Con cada mordisco llegaba a las medias, que sabían muy mal. Me como toda la hamburguesa, deje las medias ahí, ellas en ponían los pies en la boca, que estaba masticando lo último que quedaba. Ya era de noche. Me llevaron a sus camas. “Lame nuestras axilas hasta que quedemos satisfechas, desde ahora nos dirás gran y hermosísima ama” dijo la cocinera, mientras se quitaban las camisetas y escotes. “Si, mi gran y hermosísima ama”. Ellas alzaron sus brazos. Empecé a lamer sus axilas, empezando por la cocinera, que las tenía muy sudadas, no se había aplicado desodorante. Cuando lo hacía bien me cogían del pelo y guiaban mi cabeza a sus tetas, yo las lamia. Cuando termine, cogieron de mi correa y me llevaron a un armario. Lo cerraron, y por la abertura me ...