1. (2) Reflexiones sin bragas


    Fecha: 09/02/2019, Categorías: Sexo en Grupo Microrelatos, Autor: Mister Neron, Fuente: CuentoRelatos

    ... mamporrera me avisas, así te agilizo el trabajo. -Me haces falta ya. Se ha corrido como un burro y se le ha aflojado la maquinaria. -Genial –se fue desnudando Virginia para luego subirse a la cama. -Virgi, ¿qué haces? –no se dio cuenta Alberto. -Esto –se la chupó con eficacia. -Ohhhhh, coño… La chupada se prolongó durante tres minutos. Tiempo para ponerla a tono otra vez. -Venga, cariño, a por la segunda –le animó Virginia con una palmadita en su culo lechoso. -Ohhhh, sí… -sin más miramientos, volvió a atravesar a Ana, esta vez con el ímpetu de un mozo salido. Virginia controlaba desde atrás, sin perder detalle del culo de su novio en continuo movimiento. Unos meneos más propensos y eyaculó a todo tren-. ¡OHHHHHHHH, JODER! -¡COÑO! –se corrió Ana con él. -Así me gusta –besó Virginia su culito masculino. -Tengo sofoco. Ahora vuelvo –salió Alberto del cuarto y se encerró en el baño. -Oye, Ana, follas como una loca –se recreó Virginia en su perfección física. Ana reposaba tumbada, sexy y jadeante-. ¿Puedo preguntarte una cosa? -Claro. -¿Eres hetero o bis? -¿Tú qué quieres que sea? –separó Ana los muslos con intención. -Joder, Ana, tienes un coño de lujo. -Pues nada, a comer almeja a la marinera. No hizo falta más. La lengua de Virginia entró como una serpiente surcando. Ana soltó un gemido de placer auténtico. Serpenteó con la lengua traviesa y fogosa. -Ohhhh, qué bien… Del gusto, Ana se despatarró en la cama. No necesitó ni dos minutos para correrse y gritar. Luego Virginia se reincorporó y la besó como premio a su buena corrida. -Podría enamorarme de ti –se sinceró Ana. -Ya lo estás. -¿Y cómo lo sabes? -Por tu modo de correrte. -¿Y cómo me he corrido? -Como una enamorada. Volvieron a besarse en el mismo momento en que entraba Alberto. -Venga, chicas, vengo con la polla cargada –la mostró colgando dura. Ana y Virginia se miraron y rieron. -¿Chupo yo? –sonreía Ana hermosamente. -Y yo lo corro con la mano. Rieron más y surgió otro beso lésbico y amoroso.
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