1. Vacaciones en diciembre


    Fecha: 12/02/2019, Categorías: Incesto Autor: LeumasPrimate, Fuente: SexoSinTabues

    Mis planes para vacacionar en diciembre se fueron al trasto por una emergencia familiar. Lo que no esperaba que tantas infaustas noticias, tantos contratiempos, me iban a permitir disfrutar de diez días de placer interminable. De algo no previsto, pero que disfruté sin remordimientos, y que espero se repita cada vez que sea posible. Diciembre 1, 2015. Inicio de mis vacaciones. Pensé que todo iba a ir bien. Planifiqué salir dos semanas con amigos a acampar y poder ahí disfrutar sin esposa, sin hijos, solo hombres, en la montaña, junto al lago, bebiendo junto al fuego, pescando, y ya medio borrachos, tendernos juntos en la tienda de campaña, o meternos desnudos al lago, con la complicidad que da la noche… Pero no. Llamada de mi suegra desde otro país. “Emergencia. Hospitalización. Les necesito”… Cambio de planes. Viaje no programado. Vuelo inmediato con esposa e hijos. Pero, ¿Y la casa? ¿Quién se queda alimentando al perro y regando las plantas? Fácil solución: Daniel, el sobrino de mi esposa. Él, a sus 20 años, acepta encantado quedarse en mi casa, solo, dos semanas, internet gratis, suficiente comida en la nevera, música, los juegos electrónicos de mis hijos, y sobre todo, libertad. Ya se veía llevando chicas a mi casa, que sería suya durante dos semanas, teniendo sexo en cada rincón. Diciembre 2, 2015. Salida hacia el aeropuerto. Daniel en mi casa. Cancelación telefónica del campamento al que iba a asistir. Resignación a estar de enfermero – chofer – esposo – padre – ...
    ... amigo, durante las próximas dos semanas. Fin de mis vacaciones soñadas. Diciembre 8, 2015. Llamada de Daniel. Algo pasó con mi perro. El perro de la familia. Excusa perfecta para regresarme. Estoy harto de ser el buen yerno, el buen padre, el buen esposo, el bueno para todo. Solo falta que me propongan para santo. Hablo con mi esposa, mis hijos no quieren que me vaya, pero valoran mucho a su mascota, así que decidimos que adelante mi regreso. Ellos regresarán el 20 de diciembre. Yo, apesadumbrado por dejarles, me regreso mañana. Daniel no lo sabe. Decidimos no comunicárselo. Diciembre 9, 2015. Despedida. Besos. Abrazos. Viajo solo al aeropuerto. Vuelo a mi país. A mi casa. Hora de llegada: 7:15 PM. Luces del patio apagadas. Luz interior encendida en la cocina. Entro sin ruido, no sé qué pasa. El perro no está afuera. Por su estado de salud, asumo que está en el veterinario. Abro la puerta en silencio, y dejo mi maleta de viaje junto al sofá. La música está a medio volumen, sale de la televisión del dormitorio. No necesito empujar la puerta. Está media abierta. Observo movimiento en mi cama, hay más de una persona en ella. Retrocedo y pienso: “Daniel está con una chica” No voy a interrumpir. No es propio. Él está cuidando mi casa, merece también privacidad, aunque sea mi cama… Ese pensamiento dura poco. Otro pensamiento cruza mi mente. Estoy erecto. Me excita pensar en mi sobrino, desnudo, 20 años, erecto, penetrando una chica. ¿Usará condón? ¿Le hará sexo oral? ¿La penetrará por ...
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