1. El Circo


    Fecha: 14/02/2019, Categorías: Sexo con Maduras Autor: mariacristina, Fuente: SexoSinTabues

    ... intentando entrar a ese sendero para acercarse a la boletería y nadie hacía caso de nada. También recuerdo otro pensamiento que tuve: cómo un hombre ya mayor, se siente atraído por una simple chiquilina, como yo me consideraba entonces. No pude evitar sentir algo de orgullo femenino al sentirme atractiva o deseada, pues para ese momento ya me quedaba claro lo que estaba pasando con el hombre que tenía atrás y bien apoyado en mí. Es cierto que para ese tiempo ya comenzaba a acostumbrarme a las miradas codiciosas de los varones o a que me siguieran diciéndome cosas cuando caminaba hacia el cole (lo que hacía que comenzara a contonear las nalgas, más provocativa) y alguna vez, sentí algún roce que me pareció intencional en el bus, principalmente cuando regresaba del cole, a la tardecita y ya obscureciendo. Entonces lo sentí mejor: había introducido rápidamente “aquello” bajo mi pollera –no eran sus manos, era algo resbaladizo y duro, tibio y algo mojado- que lo sentí de pronto bien entre mis piernas.. como si hubiera estirado el elástico de mi bikini hacia un lado.. fue una sensación rápida, sin dolor ni molestia alguna.. apenas un “empujón” entre mis labios vaginales.. y luego nada más. Me sentí tan excitada que me temblaron algo las rodillas.. Mi tía compró los boletos y comenzó a dirigirse a la salida que era hacia el frente, pasando la ventanilla, por otro caminero que conducía a los accesos del circo. Entonces y antes de pasar yo frente a la boletería, sentí claramente que ...
    ... me palpaban las nalgas por encima de la falda con una mano que otra vez me pareció muy grande, porque me tomaba casi las dos nalgas a la vez y me pareció que un dedo me palpaba en medio de las dos nalgas. Sentí como un escalofrío, tanto de la sorpresa como también por la sensación que me dio la inesperada incursión en una parte tan sensible. De golpe, el vacío… avanzamos, volví a mirar fugazmente y con timidez hacia atrás y pude ver al hombre parado frente a la boletería, algo robusto y grande, con una chaqueta, un saco o algo así colgando de un brazo. El detalle me hizo pensar que con esa prenda, tenía cubierto lo que estuvo haciendo un rato antes. Me sentía sofocada, con una sensación indescriptible.. y me seguía poniendo más húmeda cada vez. ------------------------------------------------------------------------------------------------ Luego entramos al circo y las graderías de madera no eran tan altas, desmontables y se colocaban en cada lugar donde montaban la carpa. Adelante le decían Platea, con sillas metálicas colocadas en torno al redondel con arena, pero cuando habíamos llegado ya no quedaban boletas para ese sector y además, ya casi todas estaban ocupadas. Un acomodador vio a mi tía y como era una señora, le pidió que ocupara una de las últimas sillas vacías, en la parte de atrás de la platea. A ambos costados de ese pasillo, las graderías de madera estaban también colmadas de gente, porque la carpa de ese circo no era tan grande y evidentemente, la cantidad de ...
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