1. Masturbándose en una playa pública


    Fecha: 14/02/2019, Categorías: Masturbación Voyerismo Autor: arganillo, Fuente: CuentoRelatos

    ... que doblaba las rodillas para facilitar la operación. Mientras ella se masturbaba, yo no dejaba de observar alrededor, la familia a pocos metros delante de nosotros estaba ajena a lo que ocurría, al igual que la chica de la pareja de la orilla, a nuestra derecha, que estaba tendida boca arriba, pero no así el chico que tomaba el sol de espalda y podía observar como levantaba su cabeza y cuando se cruzaba con mi mirada intentaba fingir que leía. Los paseantes se movían en pequeños grupos y algunos lo hacían solos, en esto que observé como uno de ellos se distraía en la orilla como cogiendo conchas, piedrecitas, pero tenía claro que lo hacía para disimular y no perder detalle de lo que Patri hacía. - Hay personas paseando por la playa. Al instante cerró las piernas y paró de masturbarse. - ¡No pares, sigue, sigue! Continuó tocándose, estaba muy caliente y creo que ya nada le importaba. - Separa más las piernas, quiero que vean tu coño abierto y lo bien que te masturbas. Creo que mis palabras la calentaron más, sabía que la observaban y eso le excitaba. Ya no disimulaba, intensifico la paja, las piernas flexionada y totalmente abiertas. Los dedos se movían con más rapidez, entraban y salían de su rajita, machacaban el clítoris una y otra vez. Tenía que estar súper mojada, pues desde la distancia que nos separaba, podía oír el chapoteo de los dedos en su vagina inundada. Su cuerpo se agitaba, su espalda se arqueaba, los gemidos que exhalaba delataban que estaba a punto de ...
    ... correrse y creo que eran hasta perceptibles por los mirones que no podías quitar la vista del espectáculo que le estaba ofreciendo mi mujer. En un instante una convulsión recorrió todo su cuerpo, una oleada de espasmos agitaron con violencia sus caderas y las piernas extendidas aprisionaban fuertemente la mano que apretaba su sexo. Luego la calma, Por unos minutos, pequeños orgasmos se sucedían en intervalos hasta quedar totalmente agotada sobre la arena. Cuando se incorporó, me miró sorprendida al observar como sus espectadores aún seguían atentos todo lo que ella hacía. - ¿No has tenido un súper orgasmo? - Grandísimo – contestó con la voz aún entrecortada por la excitación. - Pues se lo debes a tus espectadores, en el fondo eres una exhibicionista viciosa y a mí me encanta que los seas. La playa se fue quedando desierta, nos gustaba regresar al atardecer. Desde hacía un rato llevaba observando entre las dunas la presencia de un hombre que nos espiaba. Yo seguía muy caliente con el espectáculo de Patri en la mañana y pensé que no había una sin dos. Acabábamos de darnos un chapuzón y teníamos los bañadores puestos, yo me senté en la toalla, mientras Patri se cepillaba el pelo. De nuevo vi al mirón entre unas matas. Yo me senté y le hice gestos a mi mujer para que se acoplara entre mis piernas, su espalda reposaba en mi pecho y su cabeza en mi hombro. Empecé a besarle, lamía su cuello, le mordisqueaba las orejas… eso le excitaba mucho, mis manos acariciaban el pelo, la cara, hurgaban ...