1. Espiando en los aseos públicos


    Fecha: 14/02/2019, Categorías: Gays Autor: danisampedro91, Fuente: CuentoRelatos

    ... vuelta, levantó mis manos para que las apoyara en la pared. Me agarró por la cintura, para que me curvara un poco, haciendo que mi culo, le quedara a su entera disposición. Me metió de nuevo un dedo en el culo, haciendo que abriera más las piernas, y empezó a morderme los hombros, nuca, y lamiendo la espalda; aaaaahhhh, me estremecía yo, mientras el seguía con sus caricias; un dedo hurgando en mi culo, mientras con la otra mano, acariciaba mis huebos, polla, y me apretaba los pezones. Estando en esta posición, me fijé que la puerta del aseo, no la habíamos cerrado, y había quedado algo entreabierta, y por allí se veía que nos estaban espiando. Con una mano, arrimé la puerta, e intentaba cerrarla, pero no era capaz, por lo que terminé dejándola así arrimada. La verdad es que si nos están viendo, se iban poner bien calientes, además el que quisiera, podía vernos por el agujerito de la puerta. Y claro que nos estaban viendo, y como lo estaban pasando; estaban viendo como se follaban aquel jovencito. El indio, empezó a arrimarme su polla al culo, restregando la misma por él, y cogiéndome con sus manos por mis ingles, tirando por mi culo hacia arriba un poquito, me clavó la polla hasta los huevos; aaaaaahh, suspiraba yo, ya me tenía enculado el indio, aaaaaah, dando un respingo, y poniéndome de puntillas. Ooooohhhh, soltó el indio, ya te la he metido toda, ¡oooohhh! Que gusto, ¡oooohhhh! Que buen culito, ooohhhh. Y teniéndome la polla clavada hasta el fondo, los huevos pegados a ...
    ... mi culo, se fue colocando mejor, haciendo que abriera más las piernas. Ya me tenía bien enculado el indio. Mmmmmm, aquello me estaba llevando a las nubes, aaaahhhh, como me gustaba, y que bien me estaba culeando el muy hijo puta, ¡que bien me tenía cogido!, que sensación, más placentera, estaba sintiendo, ¡mmmmm! Aquello estaba muy rico, ¡aaahhhh! Como lo estaba disfrutando. Empezó a menear suavemente sus caderas, sacando su polla y volviendo a meterla muy lentamente, mientras sus manos, me agarraban los huevos, y acariciando la polla, teniendo su cuerpo pegado al mío, y con su boca, me besaba la espalda; aaaaah, mi niño que rico, que placer me estás dando, me decía. Joder, que culito más rico tienes, aaaaahhhh, te estaría follando todo el día. La verdad es que follaba divinamente, y me tenía en trance. Gozaba como nunca, y al ir tan lento, aquello me estaba haciendo delirar, estaba deseando que empezase a darme fuerte, y no estar con aquel suplicio de placer; oooohhhh, dale dale, le decía yo, dale más fuerte, sigue, sigue, no pares, por favor, oohhh. Ahora cada vez iba follándome mas fuerte, y se notaba que estábamos empezando a sudar. Ya no iba lento, y me arremetía con toda su fuerza; hasta me hacía poner de puntillas, cada vez que me la clavaba al fondo. Empezó a culearme fuerte, dejándome la polla en el fondo de mi culo, mientras soltaba su leche en él; oooooohhhh, me corro, oooooohhhh; que gustito, te voy preñar, putito. Y dando las últimas estocadas, me dejó enterrada ...
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