1. ADRIANITA, BUCEO Y SEXO


    Fecha: 16/02/2019, Categorías: Incesto Autor: LOVERBKS, Fuente: SexoSinTabues

    ... de la buceada y me pidió que le enseñara a hacerlo. Le presté mis lentes de buceo y a poco la estaba instruyendo. Como no sabe nadar muy bien yo le sostenía por debajo de su cuerpo con las manos en su vientre y sus piernas mientras ella pataleaba con las aletas de caucho y miraba a través de los lentes. Como no queriendo la cosa, yo tocaba sus tetitas con disimulo cuando ella se movía nadando, como si no fuera mi intención. En ningún momento dijo nada ni reparó en ello. Muy pronto pudo moverse sin ayuda utilizando las aletas de buceo y hacía pequeñas inmersiones buscando objetos. Lanzaba las llaves del coche a unos metros de ella y las buscaba hasta encontrarlas y luego las sacaba, lanzándolas de nuevo hacia otro lugar, sin ver donde caían para hacer más difícil la búsqueda. Cada uno hacia lo mismo, pero por su cuenta. Yo me fui a sentar de nuevo a los escalones de la piscina a observarles y descansar un rato. No pudo pasar desapercibido para mi cuando ella se zambullía elevando su trasero al aire y la parte baja de sus nalguitas se escapaba por debajo de los pliegues de su short, mostrando un calzoncito azul cielo y su rosadito trasero con piel de gallina. Aquello empezó a inquietarme y mi pene se empezó a poner duro a pesar de lo fresco del agua. Yo me tocaba con disimulo al amparo de la soledad del balneario, donde ni los empleados se acercaban siquiera a la piscina, y de que los chavos andaban en lo suyo. En una de tantas, Adriana lanzó las llaves hacia donde me ...
    ... encontraba yo, así que la vi acercarse nadando, localizó las llaves y las lanzó de nuevo; fue por ellas y de nuevo la vi lanzarlas hacia donde estaba yo, y vino por ellas de nuevo, solo que esta vez lo hizo más despacio, como si no las encontrara, y se quedó largo rato “buscándolas” sin levantar la vista respirando ayudada por el snorkel. Estaba justo donde las llaves habían caído, a un metro enfrente de mí y parecía no verlas. Efectivamente, eso pasaba, que no las veía. La observé y lo que hacía era ver mi entrepierna, donde mi pene aun como un madero permanecía duro, y seguramente se veía por entre la pierna del short. Me moví ligeramente y abrí más mis piernas, y la calentura hizo llegar un poco más de sangre a mi pene de por sí ya bien parado. Ella saca la cabeza del agua y me pregunta: _Tío, no viste dónde cayeron? Y yo le digo _ Si, un poco más para acá. Ella nada hacia mí, hasta casi meter su cabeza entre mis piernas. Ahí se queda, e inocentemente hace como que las busca, y se zambulle un poco, pero es evidente que solo se acerca para verme más detenidamente. Yo facilitaba todo manteniendo mis piernas abiertas y moviendo mi pene. Ella por fin encontró las llaves y las lanzo unos metros de ahí y fue por ellas inmediatamente. Yo aproveche para verla de nuevo zambullirse y pegarme una masajeada en el miembro que ya me hacía falta por la excitación. La veo lanzar de nuevo las llaves hacia donde me encuentro, y pensé: _Ah, le gusta la verga a Adrianita! De nuevo hace lo mismo, todo; ...
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