1. Darex y Berta


    Fecha: 24/10/2017, Categorías: Intercambios Autor: murgis, Fuente: CuentoRelatos

    ... y caderas rotundas y, observé, como miraba el cuerpo de Amalia que con su bikini negro estaba verdaderamente apetitosa. Comentó: -“Tu esposa, es muy bonita”.- La misma atención despertaron cuando salieron de agua, una con las tetas al aire y la otra, aunque las llevaba cubiertas, estaba toda ella deseable. Seguimos conversando en amigable charla, a veces algo picante. Derex y yo hacíamos comentarios sobre las tías que pasaban y ellas, para no ser menos, lo hacían sobre los tíos e incluso en alguna ocasión aludieron al “paquete” de alguno. Llegó la hora de irnos y nos despedimos hasta el día siguiente. Sobre las 10,30 llegamos al apartamento y ya nos estaban esperando, así que nos cambiamos, nos pusimos el bañador, nos dirigimos al puerto deportivo para subir al barco. Era grande, como un yate, con dos camarotes con baño y cocina. Salimos a la mar y, una vez dejado el puerto, Berta y Amalia, que estaban abajo en los camarotes subieron a cubierta y… ¡sorpresa! Iban las dos en top-less con los dos pares de tetas al aire. “-Por fin la he convencido –dijo Berta, y mi mujer comentó es que las tengo muy blancas. Nosotros no dijimos nada de momento, pues nos quedamos embobados mirando aquellos hermosos cuerpos, hasta que él dijo: -“Nunca me he mareado en el mar pero, ahora viendo los pechos de tu mujer confieso que no estoy en condiciones de llevar el barco ya que estoy completamente alucinado.” ”Como sigáis diciendo cosas así – saltó Amalia haciéndose la modesta, bajo y me tapo”. ...
    ... Diciéndole que eran bromas, que no hiciese caso y que estaba muy guapa. Paro los motores del barco y nos tumbamos a tomar el sol. Berta nos dijo que ella, en el barco, siempre lo tomaba desnuda, pero que hoy no lo hacía para no violentar a Amalia, a lo que mi mujer contesto yo creo que tenemos ya la suficiente confianza para que si queréis nos desnudamos por completo. Así estuvimos hasta que Berta preguntó si alguien quería bañarse con ella. A Amalia le daba miedo hacerlo en alta mar. Derex se quedó con ella pues le había prometido enseñarle como se conducía el barco y yo acompañé a Berta. Bajó por la escalerilla y, una vez cubierta por el agua, diciendo que la mejor sensación era bañarse desnuda, lanzó desde el agua la braguita del bikini, que cayó sobre cubierta y empezó a nadar. Yo bajé tras ella, me lance al agua y nadé para alcanzarla. Me costó bastante (era muy buena nadadora) y, cuando llegué junto a ella, bastante lejos del barco, empezamos a jugar en el agua, a chapotear e intentar darnos alguna aguadilla. Cuando yo lo intentaba, al cogerla, rozaba sus pechos con las manos y los brazos y mi cuerpo tocaba el suyo desnudo, con su culo y con sus piernas. Así la excitación empezó a inundarnos y cada vez los toque y los roces eran más intencionados y descarados, y Berta me dijo que a su marido le había comentado que le gustaba mucho Amalia, yo le dije que a mi ella, que éramos una pareja liberal y que hacíamos intercambio de parejas muy a menudo, por no decirle que Amalia ...
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