1. De compañero de carrera a amante (Parte 3)


    Fecha: 28/02/2019, Categorías: Erotismo y Amor Infidelidad Autor: ynotmorela, Fuente: CuentoRelatos

    Continuaré con la aventura no lícita pero si llena de pasión, entrega, éxtasis y orgasmos que entre Paola y yo. Como recordarán, amigos lectores, nos pasamos la noche en mi cuarto de hotel haciendo y deshaciendo lo habido y por haber, ella se quedó dormida mientras le manoseaba el culo a pocos centímetros de mi cara y además de haberle hecho una sesión de fotos como Dios la había traído al mundo. Mientras desayunábamos en el restaurant del hotel, dos compañeros se me acercaron, y me cuestionaron: Compañero 1: ¿La pasaste bomba ayer, no? Yo: Eso depende… C1: ¿De qué? Yo: De lo que quieras decir C2: Que cogiste anoche, wey… Yo: Ah eso, si, cogí ¿cuál es el problema? C2: ¿A quién, cabrón? En ese momento vi bajar por la escalera a Paola y bajé la mirada a mi plato de fruta para no delatarme, mientras tenía un trozo de sandía y en la boca pensaba a quien mencionar del resto de mis compañeras que no fuera Paola, pero no eran demasiado atractivas y cualquiera que mencionara (a excepción de Paola) no me lo iban a creer. De repente me acordé de la mesera que un día antes nos había atendido en la presidencia municipal, era linda de cara y cuerpo, más de cara; con ella me había quedado platicando ya que somos de la misma ciudad y tenía cerca de tres años que no la visitaba. Yo: ¿Se acuerdan de la mesera de ayer? C1: ¿La flaquita con la que te quedaste platicando ayer, a ella te enchufaste? Guiñé el ojo en señal de aprobación. C2: No mames, apenas la conociste ayer ¿y le diste caña? ...
    ... Yo: Entre paisanos nos entendemos (volví a guiñar el ojo) C2: ¿Y qué rollo, si trae la muchacha? En ese momento Paola pasaba por la mesa, ella escuchó lo que hablábamos porque hizo un gesto de desaprobación hacia mí, pensando que estaba divulgando lo que sucedía entre nosotros, pensé que más tarde le explicaría. Yo: Uff, como no tienes idea, se mueve bien rico la condenada flaca. C1: Y grita que ni deja dormir, ¿o no? Volteé a verlo y deduje que habían escuchado todo lo que pasó en mi cuarto la noche anterior, y continuó: C1: A esa es a la que me quiero coger, a Paola, ve nada más esas nalgas como se mueven (con un tono lleno de lujuria), a esa no la dejo dormir en toda la noche. La verdad sentí un tanto de rabia al escuchar eso pues ya la sentía de mi propiedad, pero me excitó el saber que alguien más la deseaba y lo que querían hacerle. Yo: Pues suerte, a ver si te suelta. C2: Pues quien sabe, dicen las paredes de la escuela que hay otro cabrón que se la anda cogiendo aparte de su ‘peor es nada’. Tosí de la sorpresa, ¿ya se sabía que le andaba poniendo la cornamenta conmigo? Yo: A ver, platícame esa. C1: Pues no nos consta, pero una de sus amigas nos platicó que un día fue a su casa y vio que se metía con otro wey a la parte trasera de su carro, y nos dijo que no era su novio porque él es alto y mamado (cuerpo musculoso), y al que vio era chaparro, un poco más alto que ella, y flaco. Abrí los ojos de la sorpresa, nos habían cachado en la movida, pero al menos no me tenían ...
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