1. De compañero de carrera a amante (Parte 3)


    Fecha: 28/02/2019, Categorías: Erotismo y Amor Infidelidad Autor: ynotmorela, Fuente: CuentoRelatos

    ... roomie que estaría en el parque tomando un poco de aire, y debo decir que la calidad del aire de este pueblo es enorme, ni se extrañaba la ciudad. Ella bajó y me metí al cuarto, tomé la cámara y le puse la memoria, mientras que una de las pilas la puse a cargar. Tomé la tanga que Paola traía la noche anterior, la puse en mi cara y comencé a masturbarme, aún olía a ella. En menos de cinco minutos terminé, ya tenía menos sensibilidad y por lo menos aseguraba una buena duración en el acto. Abrí la ventana y la vi a ella en una de las bancas del parque, ella fumaba. Me di cuenta que había otros compañeros en la ventana, cruzamos palabras sobre el trabajo del día y fue todo. A Paola la vi que se recostó, me llevé el cigarro a la boca y lo prendí, ella sonrió. Tomó su celular y me mandó un mensaje “si supieras que lo que traigo puesto también lo agarrarás para ti”, en cuanto leí eso pensé, “ya anda mojada”. Se levantó y se fue caminando al hotel, yo me quedé hasta que lo terminé. Cerré la ventana, tomé la cámara y salí del cuarto. Al salir del hotel me topé con el profesor, me preguntó que si a dónde iba, respondí que a tomar aspectos del pueblo que podrían servir dentro del cortometraje, la idea le pareció buena pero también me dijo que tuviera cuidado. Recorrí un poco el pueblo, de verdad tomé esos aspectos (pensando en que alguien me estaría viendo) y me senté en el parque, en eso entra una llamada, Paola. P: ¿Dónde estás, pensé que llegarías rápido? Yo: No, si llego rápido no ...
    ... gozas P: Baboso… Yo: …me pones P: Ay ya (risas), ¿dónde estás? Yo: Estoy en el parque, tomando aspectos para el corto P: Pues apúrate que me estoy derritiendo Yo: Ok, pues, ¿qué habitación es? P: Es la xxx, es doble, ya sabe el de recepción. Yo: Perfecto. Colgamos. Me terminé el cigarro y tomé rumbo al hotel alterno en el que tendría otro encuentro furtivo con la dueña de esas nalgas que aún provocan erecciones solo de pensar en ellas. Llegué a recepción y pregunté por el número de habitación que me había dado Paola, me dieron la llave y emprendí mi camino hacia él. Como si la cosa no pudiera ponerse más ‘intensa’, por darle un calificativo, en el elevador me encontré con la mesera que había conocido, Mariana. Tuvimos una ligera plática sobre qué hacía allí, le dije que iba a un ‘encuentro’, rápido ella captó. Ambos bajamos la mirada y vi hacia el reflejo del espejo y me fijé en sus labios, como se los mordía y sus manos recorriendo centímetro a centímetro por su torso hasta llegar a su tesoro. Antes de llegar al tercer -y último- piso me encerró aprisionó en sus brazos y exclamó, “me gustaría ser esa a la que te vas a coger” al tiempo que su mano bajaba y tomaba mi verga. Sonreí tímidamente y dije que tal vez, si se daban las cosas, ocurriría, me sonrió y me dio un beso. No podía creerlo, hace apenas unas horas había inventado que me había acostado con ella y ahora podía ser una realidad, a veces el destino es bueno. Llegué al fin a la ansiada habitación, abrí la puerta y ...
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