1. Quién iba a decirlo?


    Fecha: 03/03/2019, Categorías: Incesto Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... marido en la cama, necesitaba follar a diario, me masturbaba cada mañana ante los relatos y el asunto iba en aumento. Un día estábamos en casa Alberto y yo solos, mi hijo estaba en su dormitorio haciendo algo en el ordenador, yo estaba haciendo algunas labores propias del hogar cuando tuve que entrar en su dormitorio para recoger algunas cosas, mi hijo no tenía la puerta cerrada del todo, la tenía entreabierta, así que me asomé antes de entrar y quedé impactada ante el espectáculo que vi. Mi hijo estaba espatarrado en la silla ante la pantalla del ordenador mientras leía algo, sujetaba en su mano derecha algo grande y muy largo y paseaba su mano por toda aquella cosa que parecía no tener fin, era su polla. Mi hijo se estaba masturbando delicadamente y se masturbaba de una manera que me estaba poniendo cachondísima, mi Alberto tiene una polla preciosa y enorme, como nunca la había visto, sólo había visto pollas grandes y sobrenaturales en las fotos de Internet y creí que muchas de ellas eran montajes, pero tenía una de verdad en mi propia casa y aquel miembro tan espectacular no era ningún montaje, era y es de carne y hueso. Me quedé sin respiración y algo atontada, con los ojos clavados ante mi nene que se tocaba la polla poquito a poquito y que parecía no dejar de crecer nunca, se me escapó un gemido de ahogo al ver aquello y Alberto se dio cuenta de mi posición, giró la cara y sus ojos se clavaron en mi rostro acalorado. Cerré la puerta con el corazón a cien y me fui ...
    ... hacía el salón , me senté en el sofá y me tapé la cara, una extraña obsesión se apoderó de mi cabeza, deseaba aquella polla entre mis manos, entre mis labios y entre mis piernas, tenía en mi casa la razón de mis masturbaciones clandestinas, tenía acceso para poder ver en directo una maravilla de la naturaleza y eso me estaba atormentando, era mi hijo, mi propio hijo y eso no se me podía ocurrir a mí, pero cómo iba a meterme en la cama con mi hijo, una cosa es un relato erótico que puede ser incluso inventado pero otra cosa es la realidad, no puedo tener relaciones sexuales con mi hijo, aunque este tenga el aparato reproductor más tentador de la Tierra, no puedo y no puedo, me decía una y otra vez. No me di cuenta y Alberto se me acercó al sofá, estaba mudo y serio, se veía preocupado por mi respuesta al hecho de haberle visto masturbarseà-mamáàyoàyo no quería que me vieras yà- mi hijo balbuceaba una disculpa pero yo no podía ni mirarle a la cara por miedo a comérmelo a besos y cogerlo de la mano y llevármelo a la cama para que me mostrara su habilidad para amar a su madre, para hacer gozar a su madre, deseaba sentir su eyaculación dentro de mí y deseaba sentirlo por todos mis agujeros. Me retiré las manos de la cara y le miré sonriendo - no Albertoàla culpa ha sido mía por asomarme sin avisarte, no debes preocuparte por nada, es normal que te toques, estas en la edad de eso- le dije mirándole a sus ojos, mi hijo estaba de pie ante mí, tenía el aparato genital a la altura de mi ...