1. De matrimonio roto a matrimonio sumiso y feliz III


    Fecha: 12/03/2019, Categorías: Dominación Incesto Autor: sireleo, Fuente: CuentoRelatos

    ... pero a mi me basta, solo tenia una par de bailarinas y una sandalias, esas también las cogí y las tire con todo el montón de ropa. ¬-Muy bien perra, me satisface la mayoría de tu vestuario, aunque ya lo sabía perra, porque las pocas veces que nos hemos visto siempre ibas muy elegante. -Cristina.- Gracias Señor, siempre me ha gustado vestir bien. -Ahora abre el armario del maricón y saca toda su ropa interior y échala con toda la que hemos tirado al suelo. Rápidamente abrió dos o tres cajones y saco la ropa apuñados, apilándola junto a la suya. -Bien perra, ahora mete todo en bolsas, y cuando estéis seguros de que queréis vivir así las tirareis. -Cristina.- No me hace falta esperar Señor, esto va a la basura ahora mismo, no quiero guardar nada que me recuerde mi anterior vida. En ese momento subió el maricón. -Maricón.- Señor ya esta la comida, he puesto la mesa con un servicio nada más a la espera de que Ud., me indique donde comemos nosotros. -Muy bien maricón, me gusta verte así, por cierto, me gusta las bragas que has escogido, ya iremos a comprarte algunas de tu talla, y tú perra ponte ropa interior, que vamos a comer. Ella abriendo el cajón cogió unas bragas y un sujetador de seda blancos, a juego con las medias y los zapatos. -Cristina.- Le gusta a mi Señor?, me hacia ilusión ponerme de blanco para Ud., para que Ud., sea el que me desvirgue como su puta y zorra. Me gusto y acercándome a ella la bese y morree un rato, y cogiéndola de la cintura nos dirigimos hacia la ...
    ... planta de abajo para comer. Pero mientras empezábamos a bajar las escaleras, se volvió hacia atrás y dijo; -Cristina.- Tú maricón coge esas bolsas y tíralas a la basura, no hace falta ni que mires lo que hay dentro. Eso me encendió y me gusto, tenia muy claro que no quería volver atrás. Llegamos a la mesa y yo me senté, mientras Cristina espero de pie, hasta que entro el maricón y se quito el abrigo que se había puesto para salir a tirar la basura. -Pon otro plato para mi perra, ella comerá a mi lado mientras no cometa ninguna falta, tú nos servirás y mientras comemos estarás de rodillas esperando que solicitemos tus servicios. -Maricón.- Si Señor como Ud., diga. Al maricón le gustaba pues estaba empalmado como un burro, y no sabia como ponérsela, pues las bragas no se la aguantaban mucho. Había preparado arroz, y la verdad es que el muy maricón cocinaba muy bien, pues estaba muy bueno, también me puso un ribera del que dimos cuenta Cristina y yo, mientras hablábamos de cosas sin importancia, por lo menos en ese momento. Cuando terminamos de comer y de tomar yo un café, le dije a Cristina que se metiera bajo la mesa y me la chupara, que me apetecía, ella sin decir nada se metió bajo la mesa y sacándomela de los eslips, se puso a chupar como una posesa, la verdad es que yo estaba muy excitado con todo lo que estaba aconteciendo, pero no quería que se tragara mi corrida, tenia pensado otra cosa. Cuando iba a correrme le di mi copa de vino que estaba vacía y le dije que vaciara ...
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