1. Abuso y vejación -3. Me paso de la raya, creo


    Fecha: 18/03/2019, Categorías: Gays Dominación Autor: Hunter, Fuente: CuentoRelatos

    ... chupeteaba más y más. Su espalda se fue llenando de moretones, igual que sus nalgas. Lo obligué a abrirse de piernas y le expuse el huequito del culo. La verdad es que tiene un hoyito bonito, casi una rajita visible. Me mojé los dedos con KY y se los fui metiendo poco a poco. Solo le moví la tanga a un lado y le metía los dedos cada vez más adentro, hasta los nudillos. Me fui a buscar un condón de esos que tienen puntitos, metí mi puño y lo lubriqué. Poco a poco le fui metiendo más y más dedos hasta que sentí que se le abría más ese hueco. Como se quejaba y se movía hacia adelante cada vez que trataba de meterle más dedos, me acerqué de frente a él y le solté una cachetada. Lo escupí en la cara y le restregué la saliva hasta que dejó de quejarse. Me regresé al cuarto y busqué una soga delgada que tenía guardada para esto. También llevé una camiseta y con eso le tapé los ojos. Él se dejaba hacer todo tan fácilmente que yo podía sentir su miedo y su excitación. Lo puse bocarriba en el sofá y le amarré las muñecas a sus pantorrillas, forrando la soga con cinta adhesiva de la gruesa, algo que había visto en un sitio porno. Le amarré a los brazos del sofá. Cuando le acerqué el popper que había llevado a su cara se trató de echar a un lado y volví a soltar una cachetada. Aspiró y me dijo que se estaba mareando. Lo puse en el borde del sofá, un poquito incómodo para él. Eso hizo que su culito quedara expuesto. Con eso saqué mi celular y le tomé como 100 fotos. Me arrodillé frente a ...
    ... él y volví a la carga con el condón y mis dedos. Le fui abriendo el hueco del culo cada vez más. Podía verlo en primera fila, como esos pliegues iban estirándose y abriéndose. El huequito rosado se abría hasta que le entraron solo tres dedos. Me volví a lubricar y esta vez le metí 4 dedos. Cuando los saqué tenía un hilillo de sangre. Me saqué la verga, la tenía demasiado dura. Se la zampé de un solo golpe, sin hacerle caso a los berridos de dolor. Le fui metiendo el huevo duro, mientras me sostenía de sus brazos amarrados. Que cosa tan rica, era como si fuera una flor desbaratada. Sentía que me aprisionaba mis siete pulgadas y yo le daba con ganas, sin condón y mis huevos golpeaban su culo y sus nalgas tanto que hasta a mí me dolía. En un momento estaba tan concentrado en cómo me lo estaba culeando que le agarré el cuello y se lo apreté mientras le empujaba la verga. En un momento se le cayó la camiseta y pude ver como ponía los ojos en blanco cada vez que le entraba el huevo hasta el fondo. MI verga no será muy grande pero es gruesa. Le volví a dar de oler un poco de popper y en ese momento metí un dedo alrededor de mi verga mientras le taladraba el culo. Lo metí hasta que sentí que el hueco se le estiraba más y más. Una delicia porque ya estaba estiradito y húmedo. Me emocioné y le metí otro y otro dedo hasta que casi no aguantaba. Me vine adentro de su culo y yo mismo me tiré encima de él, salpicándolo de sudor mientras escuchaba sus gemidos. Su pinga estaba flácida pero ...