1. Entregando a Lorena 50


    Fecha: 20/03/2019, Categorías: Anal Voyerismo Sexo en Grupo Autor: aristurman, Fuente: xHamster

    ... varios centímetros de ancho. Luego se acercó a ella y, sin previo aviso, le soltó un sonoro golpe con esa vara a la vulva de mi delicada mujercita. Ella se retorció de dolor sobre la mesa y soltó un grito.La vara tenía el ancho justo para abarcar toda la vulva y su clítoris.Los hombres sonrieron y sujetaron con firmeza los muslos de mi delicada esposa, haciéndole separar un poco más las piernas.El Tano limpió la vara con una servilleta y volvió a golpear la vulva; haciendo que Lorena se retorciera de dolor. El hijo de puta le dio unos diez golpes, dejando la vulva al rojo vivo. Luego anunció a los demás que era suficiente por una noche.Dejó la vara a un lado y tomó entre sus dedos el enrojecido e inflamado clítoris de mi esposa. Lo acarició durante unos segundos y luego lo soltó.Miró a José, diciéndole que mi esposa ya estaba lista para lo que se les antojara hacer con ella…Entonces este hijo de puta se acercó a Lorena para ocupar el lugar de honor que le correspondía como dueño no solamente del local sino también de mi propia esposa…Se bajó los pantalones y dejó ver una tremenda erección. Se acercó a Lorena blandiendo su endurecida verga y empezó a frotar la punta entre los enrojecidos labios vaginales.Entonces mirándome me ordenó que me acercara, para que lo ayudara a cogerse a mi mujer. Otra vez obedecí sin pensarlo.José dejó su verga descansando sobre el vientre de mi esposa y se quedó mirándome, para ver mi reacción. La tomé con una mano y la dirigí a la abertura ...
    ... vaginal. Separé entre mis dedos los labios vaginales y froté esa dura pija entre ellos.Entonces el dueño se impulsó hacia adelante, metiéndole a mi esposa esa tremenda verga hasta el fondo, en una sola estocada. Ella se estremeció y abrió la boca, pero no pudo articular ni siquiera un gemido. Estaba con sus ojos cerrados y su expresión facial parecía ser de intenso placer, mientras ese hijo de puta comenzaba a moverse dentro de ella, bombeándola cada vez con más ritmo…Yo no me aparté en ningún momento, pudiendo apreciar cómo esa verga entraba cada vez más profundamente en el cuerpo de mi delicada esposa.Luego tomó las piernas y apoyó los tobillos de Lorena en sus anchos hombros, logrando que la penetración fuera todavía más profunda. Luego de un buen rato de resoplar y montar ese esbelto cuerpo, finalmente la sacó y me ordenó con urgencia que lo pajeara hasta hacerlo acabar.Apenas la tomé con mi mano, pude sentir las contracciones de esa verga a punto de explotar. Finalmente lo hizo y apunté el chorro de semen caliente al pubis de mi esposa, que ahora parecía estar desmayada.Me hizo soltar la verga y se retiró, dándose por satisfecho.Enseguida el Tano volvió a la carga, empujándome a un lado para ubicarse entre las piernas abiertas de mi esposa. Sin decir una palabra le metió un par de dedos en la concha, haciendo ciertos movimientos de rotación adentro. La estaba dilatando; más todavía de lo que la habían dejado los anteriores…Sacó sus dedos y me miró, diciendo que prefería darle ...
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