1. Mi hija y el MSN - Parte 6 - ¿Final?


    Fecha: 01/04/2019, Categorías: Incesto Dominación Autor: Dark knight, Fuente: CuentoRelatos

    ... mismo diciendo "No, vente adentro. No hay problema. Dale a la puta." Sin decir nada más, el hombre bajó el ritmo de su mete saca pero aumentó la potencia de sus embistes. Mi hija se empezó a arquear debajo de él y dando un nuevo y prolongado alarido se vino una vez más en aquella noche sin fin. Casi al mismo tiempo, el taxista dando un resoplido de la misma magnitud de los gritos de Cristina, se vino finalmente derrumbándose encima de ella. Duraron un par de minutos jadeando como perros sedientos y cuando consideré que ya habían tenido suficiente tiempo, apremié a Cristina para que saliera del auto y nos fuéramos a casa. El taxista, dándonos las gracias por semejante sesión de sexo, se ofreció a acercarnos un poco más a nuestra casa, a lo cual decliné amablemente. No era conveniente que supiera más de nosotros que lo que había descubierto aquella noche. Cristina se abrazó de mí caminando con dificultad mientras deambulábamos por aquellas calles oscuras y tranquilas. En algún punto le alisé el cabello con ternura y le di un rápido beso en sus labios. Casi al llegar a casa se separó de mí y finalmente entramos a nuestra casa vacía. "Uff, qué noche" Me dijo cuando ya estábamos adentro. "Creo que me voy a dar un largo baño. En ese momento recordé que mis huevos seguían doliéndome y me di cuenta que no había tenido oportunidad de satisfacerme dentro de toda aquella aventura. La vi junto a mi con su diminuta falda, y su cara de cansancio y le abracé. Nuestros labios se encontraron ...
    ... y mi lengua buscó la suya a través de sus dientes. "No, papi. Estoy cansada. "Me dijo. Cuando dijo esto, se quitó diestramente su blusa y su sostén y dejó que la falda le resbalara lentamente por sus caderas. Su pubis se veía brillante de tanto semen acumulado. Entre la carga del joven verga larga y el taxista con su aparato descomunal. Sus pezones seguían erguidos en pie de guerra y mi boca empezó a salivar como perrito de Pavlov. "Sólo ayúdame a desahogarme y te vas a bañar" Le dije sin mucha convicción de que me fuera a hacer caso. Lo más seguro es que terminara pajeandome mientras recordaba las escenas del cine y del taxi que aún seguían frescas en mi mente. "Está bien. Te ayudo y me meto a bañar" Me dijo. "Gracias por todo mi pequeña" Dije mientras tomaba uno de sus senos y lo metía sabiamente en mi boca. Deslicé mi lengua por ese monte suave y duro y acaricié el pezón mordiéndolo ligeramente con mis dientes. Sentí un ramalazo de deseo al escucharla gemir de nuevo. Acto seguido tomé el otro seno e hice la misma faena deteniéndome mas en cada parte del proceso Sus manos empezaron a acariciar mi cabello y a empujar mi cabeza hacia ella para sentir mas el contacto de mi boca. De nuevo empezó a gemir quedamente. Una vez que hube saciado mi apetito de sus tetas, bajé mi boca por su vientre dejando un rastro de saliva caliente detrás de mí en su piel suave. Delicadamente la recosté sobre la alfombra y seguí mi camino deteniéndome un breve tiempo en el contorno de sus caderas ...