1. Ana y un hombre demasiado exigente


    Fecha: 08/04/2019, Categorías: Anal Sexo con Maduras Sexo Duro Autor: Anitaslut44, Fuente: xHamster

    ... especialmente por si necesitaba ayuda si el tema se ponía demasiado pesado o se volvía fuera de control…Daniel entró a la carpa y yo esperé unos instantes afuera, verificando que no había nadie más en los alrededores. Finalmente tomé coraje y entré también detrás de él.El lugar estaba bastante oscuro, pero pude adivinar el escultural cuerpo de mi esposa, que esperaba en cuatro patas a su nuevo amante, completamente desnuda… y muy excitada….“Quiero que me chupes bien la verga hasta ponerla bien dura, así le mostramos al cornudo de tu marido cómo vas a disfrutar de un verdadero macho… vamos putita, a ver esa lengua…”Ver a mi dulce mujercita en cuclillas chupando esa verga enorme me calentó de manera increíble, así que me bajé el pantalón de baño y comencé a acariciarme mi propia pija, bastante dura…Cuando Ana se la dejó bien erecta con la acción de sus delicados labios, el tipo me miró diciendo:“Ahora se la voy a meter a fondo en ese culito redondo y bien cerrado; sería mejor que consiguieras algún lubricante, porque de lo contrario la voy a lastimar demasiado” Le preguntré a Ana, que parecía explotar de calentura: “Vas a dejar que te rompa el culo?”“Si, mi amor, espero me disculpes, pero no aguanto más de las ganas que tengo de esa pija”En la mochila de Anita encontré una crema humectante que ella usa después de tomar mucho sol.“Pero … flaco, no entendiste nada… Quiero que vos mismo le untes el culito a tu mujercita con eso”Pensé que el tipo estaba loco; cómo se atrevía a ...
    ... darme semejante orden?De todas formas le pedí a Ana que volviera a ponerse en cuatro patas y entonces le empecé a pasar la crema entre sus nalgas, en el orificio anal y un poco adentro también, esperando que este bruto no la lastimara demasiado con su verga.El hijo de puta sonreía satisfecho mientras observaba cómo la lubricaba y los gemidos de placer que le provocaban a Ana mis dedos entrando y saliendo de su culo.De pronto me tomó por los hombros y me empujó a un costado, diciendo que ya era el turno de su verga en ese culo. Se ubicó detrás de Anita, que seguía gimiendo agachada en cuatro patas.A esa altura ya mi dulce mujercita estaba como loca, sólo quería tener esa verga en su culo.“No aguanto más, Daniel, la quiero toda adentro, por favor” Suplicó sensualmente Ana. Daniel largó una carcajada y volvió a mirarme con sorna, mientras acercaba la cabeza de esa gruesa verga al orificio trasero de Ana, quien se retorcía anticipadamente de placer…“A ver, Víctor cornudo, quiero que vos mismo metas mi verga en el culito de esta putita”Ya había vencido mi voluntad este hijo de puta; así que con dos dedos tomé su enorme verga y la guié hacia la entrada del culo de Ana….Entonces el turro empezó a empujar y vi como la gruesa cabeza de semejante verga desaparecía dentro del delicado culo de mi mujercita, que abrió la boca sin poder gritar y comenzó a derramar lágrimas de dolor, mientras buscaba desesperadamente tomarse de mis manos…“Me duele mucho, mi amor, me está abriendo el culo mal ...