1. Mi nueva Vecina.


    Fecha: 28/10/2017, Categorías: Hetero Autor: asdfdsa, Fuente: SexoSinTabues

    Relatando la historia de cómo conocí a mi nueva vecina y cómo comenzamos nuestros encuentros sexuales. Ella con 35 años es toda una experta y el mejor sexo que he tenido hasta la fecha. Hola me llamo José y soy de Venezuela. Hace un par de meses mi vecina puso en venta su casa, tardó un poco, pero finalmente se la compraron. La casa estuvo deshabitada cerca de dos semanas, hasta que sus nuevos dueños comenzaron su mudanza. Entre tanto ajetreo la verdad no sabía de nadie, no conocía nadie pues había muchas personas. Una vez terminan de bajar las cosas, comienzan a despedirse todo y para mi sorpresa, quién compró la casa era una mujer, de unos 35 años, piel morena, cabello negro, ojos grandes, color café, muy linda, aparentaba unos 25 cuando mucho, rostro de muñeca, con cuerpazo para sus 35 años, bien firme, con unas tetas ricas y un culo enorme. Vestía un traje que acentuaba su figura, sin ser ajustado a ella, se veía demasiado sexy sin vestir de forma provocativa ni estar mostrando, de verdad que mi nueva vecina me sorprendió, estaba muy buena y ya quería conocerla. Pasó ese primer día y no volví a verla, sino hasta la noche cuando salí a botar la basura de la casa y casualmente ella hacía lo mismo, según pude ver había pasado todo el día acomodando y estaba sacando algunas cajas y cosas así, al verla me ofrecí a ayudarla y me presenté con ella, le dije que era su vecino del al lado y que sabía lo duro que podía ser mudarse, que podía contar conmigo para lo que quisiera, ...
    ... hasta un poco de compañía si así lo quería por las tardes, en mi mente con un poco de doble sentido esa última oferta. Ella encantada dejó que la ayudara, me dijo que se llamaba Carolina y esa fue toda la conversación por el momento, la verdad es que yo no estaba muy concentrado en hablar, pues aproveché cada momento que pude para ver el espectacular cuerpo de mi nueva vecina, quien ahora traía ropa más cómoda, de casa, su trasero me volvía loco con su cinturita de avispa. Al día siguiente la vi por la mañana mientras salía al trabajo y ella igual. Nos despedimos por la mañana deseándonos un buen día. No dejaba de pensar en tremenda mujer soltera que se había mudado al lado de mi casa, no podía evitarlo. Ya en la tarde, estaba en el frente de mi casa, limpiando un poco. Cuando ella llegó, la saludé y pregunté por su día, a lo que respondió que le había ido muy bien, pero que ya quería llegar a relajarse un poco. Le ofrecí un poco de café para pasar ese largo día de trabajo y ella aceptó diciendo que en su casa para poder estrenarla pues sólo ella había estado ahí por una noche, no pude negarme a eso y la seguí rápidamente. Una vez allí, me dijo que le diera un momento, pues se iba a poner un poco más cómoda; ya que, venía llegando del trabajo. Yo esperaba en la sala, hasta que salió ella, con ropa deportiva, un pequeño short y una franelilla, como si fuese a trotar, esas tetas y ese culo sentía que iban a reventar esa ajustada ropa, no podía quitar mis ojos de encima, pero no ...
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