1. Mi nueva Vecina.


    Fecha: 28/10/2017, Categorías: Hetero Autor: asdfdsa, Fuente: SexoSinTabues

    ... a mi respuesta y preguntó que qué había pasado con la pena y le dije que esa sólo era porque ella nunca me había insinuado nada y al ser mayor que yo no sabía cómo podría reaccionar de yo intentar algo, pero que ese culo tenía ganas de cogerlo desde que lo vi entrar a esa casa el día de la mudanza. Ella sólo sonrió un poco y con cara una cara pícara y de lujuria, bajó mi short y comenzó a manosear mi pene mientras me obsequió un me beso. Su lengua exploraba mi boca y yo no tardé pasar una mano hasta su cabeza y otra hasta su cintura para tumbarla en el mueble donde estaba sentado, y responder mejor a sus besos y caricias. Se sentía riquísimo como me acariciaba el pene mientras me besaba, sus manos expertas subían y bajan desde la cabeza hasta la base, mientras acariciaban mis testículos. Yo por otra parte tenía ya mis manos en sus tetas, estaba muy excitado, esas tetas eran mejor de lo que había imaginado, eran grandes y muy firmes, no podía dejar de apretarlas y ella soltaba pequeños gemidos con cada apretón. Le quité la blusa para poder ver mejor ese par de pechos, eran perfectos, unas aureolas no muy grandes coronadas por unos pezones ya erectos, que resaltaban en ese par de tetas redondas y firmes, eso me mataba más, que no estuviesen caídas. Comencé a besar y mamar esas tetas como loco, me daba un festín con ellas, le decía que tenía unas tetas espectaculares, y ella me decía que eran mías para comer cuanto quisiera. Verla a ella cerrar sus ojos y hundirse en un ...
    ... éxtasis cada vez que mordisqueaba uno de sus pezones era una escena divina. Ella se levantó y bajó su short, quedando con un tanga de hilo, negra. Se arrodilló ante mi y volviendo a colocar sus manos en la base de mi pene, lo introdujo en su boca hasta la mitad de un bocado para luego ir sacándolo lentamente. Pude sentir como sus labios recorrían lentamente cada centímetro de mi modesto pene que apenas alcanza los 16 cm. Ya luego comenzó un oral más fuerte, ella succionaba mientras subía y bajaba su cabeza alternando velocidades, yo estaba en la gloria, sólo recogía su cabello para ver su cara mientras se concentraba en darme una buena mamada. Podía sentir como corrientes de electricidad que recorrían mi cuerpo y me obligaban a tener pequeños espasmos cada vez que ella pasaba su lengua por el glande de mi pene. La tomé por el mentón, la besé e indiqué siguiera en lo suyo pero no arrodillada, sino desde el mueble, eso me dio acceso a su gran culo, lo que me ponía aún más caliente de lo que estaba. Con ella mamando mi verga y con la vista de su desnuda espalda cuyo fin daba inicio a un despampanante culo, yo me dediqué a disfrutar y a apretar esas nalgas, acariciaba y recorría cada parte como admirando el perfecto trabajo que alguien había hecho, la pequeña prenda me permitía ir a donde quisiera y bajé mi mano por entre sus piernas para encontrarme con la entrada de su vagina, sobre la que coloqué dos dedos, observando cuan mojada estaba. Ver eso y lo emocionada y concentrada que ...
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