1. Un hostal, dos guarrillas y yo parte 2


    Fecha: 13/04/2019, Categorías: Anal Sexo Duro Sexo en Grupo Autor: stopercordobes, Fuente: xHamster

    Después de la noche de sexo anterior, las chicas y yo nos despertamos, nos duchamos, desayunamos y veíamos los planes que teníamos cada uno. Les comenté a las chicas que por la tarde-noche iba a ayudar a un amigo mío que tenía un pub de camarero y que seguramente no llegaría hasta por lo menos las tres de la mañana. Ellas me dijeron que sin problemas, ya que iban a salir con unas amigas y también llegarían tarde. Quedamos para comer todos juntos, y ya después , nos fuimos cada uno por nuestro lado; fui a ayudar a mi colega, y ya eran casi las dos cundo me fuí, ya que apenas había gente, y me dirigí hacia el hostal, pero al llegar y llamar no abrió nadie, así que esperé hasta que cerca de las tres y media llegaron Bea y Nati, acompañadas de otra amiga, que me presentaron cómo Mónica. Yo estaba un pelín cabreado por la tardanza y lo hecho polvo que estaba, así que apenas me fijé en la nueva. Noté cómo Bea y Nati estaban un pelín borrachas, y eso me pusó un pelín más cabreado.- Joder, ya era hora, un poco más y me amanece en plena calle- dijé con un poco de enfando.- Perdonanos, es qque se nos ha ido el santo al cielo, pero ya hemos llegado- dijó Bea, que me miró con una carita de pedir perdón que hizó que me ablandará.- Anda, venga, tomaté una copa con nosotras en el salón.Le agradecí el detalle, pero les dijé que estaa muy cansado y que sólo me apetecía ducharme y acostarme. Ellas subieron a la planta superior, y yo a mi habitación, me quité la ropa, cogí las cosas de baño, ...
    ... y fuí a darme una ducha; terminé de ducharme y me acosté, pero no sé porqué razón no podía dormirme, así que me pusé un pantalón corto y una camiseta, y decidí aceptar la invitación de las chicas. A medida que subía, iba oyendo unos gritos mezcla de placer y dolor, y me acerqué a ver que era lo que pasaba sin hacer ruido.Al mirar por la ventana del salón, pudé ver cómo Nati estaba arrodillada frente a Mónica mientras le introducía sus dedos en el ojete, a la par que le estaba comiendo un coñito bien depilado. Mónica estaba gritando cómo una loca, lo que aproveché para acercarme a la puerta y comtemplar que esa chica tenía un par de tetas grandisímas, que ocupaban todo su pecho, y ante tal panorama, mi pene empezó a reaccionar, cuando sin que me diera cuenta, una mano me los bajó hasta los tobillos, me cogío por mi pene y casi haciéndome caer al suelo, me arrastró hasta dentro del salón.- Eh, chicas, mirad lo que me he encontrado al volver de la cocina,- dijó Bea, mientra sin soltarme de mi polla, me arrastró hasta tumbarme en el suelo, quedando a merced de las chicas.- De verdad, chicas, es que no podía dormir y venía a tomar esa copa, no penseís malamente- intenté justificarme, inútilmente ya que mi aparato hablaba por sí solo.- Joder, pues no mentiaís chicas, menudo cipote tiene este inquilino vuestro- dijó Mónica, mientras se acercaba a mí con esos enormes pechos moviendóse a la vez.- ¿Sabrás que los mirones tienen un castigo, no?- murmuró Nati, a la vez que me levantaron ...
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