Un hostal, dos guarrillas y yo parte 2 - Relatos Eróticos

Un hostal, dos guarrillas y yo parte 2

... del suelo y me sentaron en el sofá- Pues preparáte, que ahora viene el tuyo, ayer tú abusaste de nosotras y hoy nos vamos a vengar, te vas a enterar.Mientras que Bea dijó que iba a por algo, Mónica y Nati comenzaron a ocuparse de mi polla poniendóla cada vez mas dura, y mientras yo pensaba que si era toda su venganza, pues muy bien, encantado de la situación, que ingenuo, no sabía la que me esperaba. De repente, las dos me cogieron de los brazos y me sujetaron, mientras que apareció Bea con algo en la mano que no acerté a ver lo que era. Se acercó hasta mí y susurrandomé al oído, recuerdo sus palabras:- Verás la que te espera, so c*****Antes de que pudiera darme cuenta, tenía las manos atadas y mi polla y mis cojones estabn apretados por unas gomas que hacían que estuviera a punto de reventar de lo rojos y duros que estaban. Quería reaccionar, pero era imposible, yo era un juguete en manos de esas tres guarrillas de campeonato. Los enormes pechos de Mónica estaban en mi cara, mientras que Nati y Bea no paraban de comerme la polla y los huevos que me dolían cada vez más de la opresión a la que estaban sometidos, hasta que pararon de repente, momento que la nueva aprovechó para hundirse toda mi polla en su coño en una metida brutal, que le hizó exclamar:- La h****, pero que cipote, madre mía, cómo me llena- mientras no paraba de subir y bajar sobre mi aparato, mientras que Bea me ponía su coñito en mi cara y Nati no paraba de lamerme los huevos.Yo estaba que no podía más, me ...

... dolía una barbaridad, hasta que las chicas se tomaron un descanso, hasta que ví cómo empezaban a jugar con unos penes de goma que tenían, metiéndoselos en todos sus agujeros, incluyendo sus ojetes que noté cómo iban abriendóse a medida que avanzaban. Dios, aquella visión me estaba poniendo todavía más caliente a pesar del dolor, esas tres tías estaban completamente salidas y calientes.De pronto, Bea se sentó sobre mí, y lentamente comenzó a introducir mi polla en su culo, hasta que más de la mitad estuvó dentro, y empezó a cabalgar sobre él durante un rato, hasta que se hartó y dió paso a Nati, y luego a Mónica, hasta que les dijé a las chicas:- Chicas, anda, soltadmé, si esto es lo que quereís, lo puedo hacer mejor, por favor-- Que te calles, so pedazo de c*****, aquí mandamos nosotras hoy- gritó Nati, mientras me apretaba los cojones con su mano- hoy vamos a hacer con tu polla lo que nos dé la gana.El dolor en mis partes era increíble, pero aunque parezca raro, estaba cómo disfrutando del momento. Me levantaron del sofá, y Bea se pusó a cuatro patas en el suelo, Nati cogió mi polla y la dirigió hacia el ojete desu prima, ayundando a meterla dentro y obligandome a meterla y sacarla, cuando noté una sacudida, era Mónica que estaba metiendo uno de sus dedos en mi culo, lo que provocó que casi toda mi polla se enterrara en el culo de Bea, lo que causó un grito por su parte de mucho dolor, pero se calmó después; tras un rato, tomó Nati su lugar y después Mónica, mientras ya eran ...