1. El jorobado


    Fecha: 18/04/2019, Categorías: Infidelidad Autor: sandra garcia, Fuente: CuentoRelatos

    ... ángel un ángel. Enjuague la toalla, cuando me salpico agua, recién me di cuenta que estaba sola con la batita, pues el agua al mojar la tela de la bata dejaba traslucir parcialmente mis senos, sobre todo mis pezones que son oscuros, no pude evitar sentir un estremecimiento y además notar que mis pezones se tornaban erectos. Exprimí la toalla y me puse a sus espaldas, como para que no me vea, y comencé a frotar su espaldota y su joroba, no sé si era mi impresión pero comencé a notar que su piel quemaba cada vez más. -que linda es Ud. Señora Sandra, que linda es, que rico se siente, siga, siga, ya me duele menos, ah ah ah. Si estaba gimiendo el jorobado, me parecía que gemía y no era de dolor, mis manos no me obedecían y seguía frotando con más fuerza de arriba abajo, podía sentir mi corazón que latía a 100, entonces sucedió, dejo de gemir, y se puso de pie y se voltio hacia mí, no podía dejar de ver una enorme erección que se notaba debajo del short que usaba, me quede paralizada y me pegue a la pared, el me miraba fijamente, sus ojos se salían como los de una loco, no me había dado cuenta que al frotar su espalda con la toalla mojada había terminado de mojar la batita, al bajar la visto pude darme cuenta que lo que miraba tan fijamente era mi conchita que se traslucía en la tela mojada. -vete vete ya cuasimodo que mi esposo puede despertar y te matara vete. -mientras yo me mantenía como una estatua paralizada arrecostada en la pared. -Ud. Es una diosa señora Sandra es ...
    ... linda es linda, es linda, me ha hecho feliz. -y sin más se bajó el short, dejándome ver una tremenda verga, con una cabeza roja palpitante, así como el no podía dejar de ver mi conchita, yo no podía despegar mi mirada de esa vergota, es más note que ya estaba mojadita, estaba loca loca. -señora buena señora buena… -y sin más se abalanzo hacia mí y de un tirón me quito la batita, dejándome ver totalmente desnuda, me levanto como si fuera una muñeca y me recostó en el piso del baño, yo no podía reaccionar mi cuerpo no me respondía. -no seas malo cuasimodo, no seas malo conmigo vete vete. El trataba de separar mis piernas, una por una con mucha delicadeza. -mi diosa yo solo quiero hacerle cosas buenas, mi diosa. Ya había separado mis piernas o la verdad es que yo había ayudado a separarlas, entonces sentí su cuerpo encima mío quemaba y una maza de carne trataba torpemente de entrar en mi cueva, chocaba con mis muslos, entonces lo empuje un poco como para que se incorporara, el mi miro con unos ojos triste, entonces con mi mano agarre esa maza de carne palpitante y la acomode a la entrada, el entendió, sonrió y empujo. - no no no no no ay ay ay sácalo sácalo. Sentí como toda esa carne entraba en mí, me la comí todita con lo mojada que estaba, el comenzó a meterla y sacarla como un perro salvaje, adentro y afuera. -que rico que rico diosa diosa, que que rico ah ah aha… Yo estaba perdida, mi cuerpo no me obedecía, me cuerpo quería más y más verga, y se movía al compás al ritmo de ...