1. Un día antes de mi boda


    Fecha: 19/04/2019, Categorías: Infidelidad Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... anchas bien contorneadas, nalgas bien redonditas y formaditas y unas hermosas piernas largas. Por eso en la calle me es difícil andar en ropa ligera o muy ceñida, y cuando voy sola, los hombres se pasan de la raya con sus piropos y malcriadeces. Normalmente visto moderada, salvo cuando estoy con mi novio o cuando asisto a alguna fiesta o voy de compras a alguna shopping. Bueno, mientras esperaba a Carlos, disfrutaba de la belleza del tipo sentado en la otra mesa, mis pensamientos iban yendo un poquito más allá, y por un instante me sentí algo excitada pensando algo prohibido con él; no sé que me pasó, pero me sentí mal, sabiendo que me iba casar y estaba pensando en esas cosas. Pero no le veía nada de malo, total no lo estaba haciendo; creí que se debía a la inquietud de querer tener de una vez ya la noche de bodas; hacia varios días que dentro de mí había una inquietud que se iba transformando en excitación. Lo que pasa es que Carlos y yo, sólo habíamos tenido sexo dos veces y nos habíamos puesto de acuerdo dejar las otras veces cuando estuviéramos casados. Ambas veces fueron de una manera muy dulce y a la vez mesurada, porque privábamos nuestras pasiones y nos limitamos a hacerlo muy moderadamente; no sé si me entiendan, pero era algo recatado, nada de posiciones, sino que la tradicional, él sobre mí. Así seguía mirando al desconocido adonis, cuando de pronto llego mi novio; ¡vaya sorpresa, no pude evitar ruborizarme!..., menos mal que no se percató de nada. Llamó al ...
    ... mozo y solicitamos lo que deseábamos almorzar. Durante el almuerzo me era difícil dejar de observar al hombre guapo. Tuve que ser muy disimulada para hacerlo. Mientras comíamos, llegó una hermosa mujer rubia, muy alta y sensual y se acercó a la mesa del hombre; ambos se saludaron y pude darme cuenta que se tenían mucha confianza, pero esa confianza de que no hay algo formal entre los dos, como si fuera un juego y seguramente lo era, porque él tenía el aspecto de un playboy y ella de esas mujeres sofisticadas, pero que son fáciles de llevar a la cama con ese tipo de hombres. Sentí envidia por ella, hubiera querido estar en su lugar. Vi como él le tomaba la mano y hasta le susurraba algo al oído y ella reía coquetamente, eran el uno para el otro. Carlos, mientras tanto, me iba platicando acerca de nuestra boda y de nuestra esperada luna de miel, yo tuve que hacer las dos cosas a la vez, conversar con él y observar lo que pasaba en la otra mesa, ésta última, muy discretamente. Me levanté para ir al baño y de regreso, llamé la atención del guapo tipo, desde que entré a la sala hasta que estuve casi frente a él; me miró detenidamente de pies a cabeza, casi me siento desmayar, me puse muy nerviosa al sentir la fuerte mirada de este hombre tan atractivo. Cuando me senté, mi novio me dijo que estaba sumamente hermosa y sexy, y no era para menos, me había preocupado en arreglarme bien para nuestra última cita de solteros. Me había pintado los labios de rojo, llevaba una blusa blanca de ...
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