1. Qué fácil es el sexo, parte 3 – Cristian.


    Fecha: 19/04/2019, Categorías: Gays Autor: Danielgay18, Fuente: SexoSinTabues

    ... fuerte que estaba seguro que mis vecinos me había escuchado, lo que excitó aún más a mi macho y empezó a empujar con más fuerza; del dolor, comencé a patalear por lo que Darien me tomó de la cintura y de una estocada me metió todo lo que pudo de su verga y aunque no entró toda, me dolía muchísimo por lo que empecé a llorar; se dejó caer sobre mí y sentí su pecho sudado sobre mi espalda, puso sus manos sobre las mías, en la mesa y comenzó a lamerle la oreja y el cuello soltando unos quejidos animales que me excitaban y erizaban mi piel; nos quedamos un par de minutos así, pero el dolor me hizo creer que fueron horas y comenzó a moverse despacio de afuera hacia dentro, metiendo y sacando buena parte de su verga; sentía como mis paredes anales quemaban al contacto de su verga caliente y cómo mi culo se llenaba de su trozo de carne, sentía cómo su polla llegaba hasta el fondo de mi interior, intentando penetrar más ahí de donde podía; el vaivén comenzó a hacerse cada vez más rápido y con cada embestida comencé a gemir muy fuerte, el tiempo pasaba y mi ano se dilataba más y más dejando entrar más fácilmente el grueso miembro de mi macho; nuestros cuerpos estaban cubiertos de sudor y el olor a sexo impregnaba toda la cocina, el ambiente era muy sexual, con mis gemidos y los suyos sonando al compás de las penetradas profundas que mi culo recibía y del sonido que el pelvis de Darien provocaba al chocar con mis nalgas rojas; el vaivén continuaba rítmicamente y en algún momento el ...
    ... dolor disminuyó a tal grado que la única molestia que sentía era la falta de lubricación y el peso de la bestia que me estaba cogiendo sobre mí. Darien se puso de pie y sujetándome fuerte comenzó a penetrarme violentamente provocando que la mesa se tambaleara de un lado a otro, sentía sus huevos golpear los míos intensamente e intenté inútilmente aferrarme a la madera con los ojos cerrados, disfrutando la dominación que mi macho me daba. -Ahhh, ahhh, ahhh, ahhh, AHHHHH, más fuerte papi, métemela más duro -Que guarra, ¿te gusta pendeja? Que puta eres -Dale papi, dame más, lléname de leche Provocado por mis palabras, las embestidas se hicieron aún más violentas y rápidas, cosa que no creía posible, sentía mi ano palpitar y como si fuera a romperse en cualquier momento, disfrutaba el calor que mi hombre provocaba en mi interior y para agradecerle, comencé a apretar su verga con mi culito; las contracciones provocaron en Darien unos quejidos aún más salvajes y, continuando con el acelerado vaivén, me jaló del cabello para escupirme ahí y en la espalda. Finalmente, su polla penetró a lo más profundo posible de mi ser y con un grito de triunfo depositó su leche en mi interior; sentí cada uno de los seis chorros que me dejó dentro y solté un último quejido cuando su verga salió haciendo un ruido sonoro y dejando una sensación de vacío en mí; fue por la cámara y después acercó su cara a mi ano y, separando mis nalgas, esperó a que su semen comenzara a salir -Lo tienes muy abierto, puedo ...
«12...5678»