La colonia de los machos (ficción) segunda parte. - Relatos Eróticos

La colonia de los machos (ficción) segunda parte.

... los dos de la misma manera, no niego que hay algo de encanto en el dolor pero el placer desbordado es mejor, me puse mas lubricante y me di cuenta de que era lo último, no me importo estaba ansioso por estar listo lo más pronto posible así que me embarre el culo, metí los dedos lo mas que pude, embarre el dildo y acomode su grueso glande como hongo en mi entraba Fui poco a poco hasta tenerlo casi a tope de la mesa, estuve saltando y quejándome, gimiendo, sentía el impulso de cerrar las piernas, sentía que topaba y ese tope dolía cada vez que era tocado por la enorme cabeza naranja de mi dildo las piernas se me sentían débiles y por fin me acostumbre a tenerlo todo dentro me puse a ver la tele mientras estaba sentado en el subía y bajaba rítmicamente como si estuviera haciendo ejercicio y dilate lo suficiente como para saltar encima de el sin sentir la gran molestia, me acariciaba las nalgas, los huevos con vello y el pubis erizado, me masturbaba y sentía un placer lejano pero delicioso de pronto en la televisión empezaron a pasar un reportaje acerca de los gimnastas rusos más prometedores y ver a todos esos jóvenes musculosos y guapos esa hombría atrapada tras las mallas, brazos fuertes sus pechos desnudos y cubiertos de vello fino y rubio, sus labios carnosos y ojos penetrantes fijos en la cámara como si me estuvieran viendo a mí, uffffff De pronto mi culo me traiciono, contracciones empezaron a apoderarse de mi ano, empecé a sentir un orgasmo acercándose, quería parar al ...

... mismo tiempo que quería explotar en gritos, vaciarme, sentía mi culo caliente y las venas de el dildo entrando y saliendo, de pronto empezaron a hablar con el entrenador un macho ruso de 35 años más o menos pero súper bien cuidado, pecho amplio y muy velludo con vello castaño oscuro y unas tetillas rosas cubiertas por él, ojos verdes, miro a la cámara y su mirada era de pocos amigos mientras su sonrisa era hermosamente blanca, hizo una demostración y vi sus nalgas tras la malla eso parecía más una obra de arte que un simple trasero y unos brazos súper fuertes y marcados, sentí necesidad de pujar y jalar aire y me pajeaba como loco, empecé a pensar en mi macho y este ruso cogiéndome desesperadamente veía a el ruso penetrando mientras mi macho chupaba, el ruso me jalaba el pelo, me presionaba contra su verga con su brazos velludos presionando mi estomago, sentía su vello grueso chocando con mis nalgas y su estomago y pecho velludo contra mis nalgas y espalda, hablaba con esa voz ronca de la entrevista para insultarme y nalguearme mientras mi macho me acariciaba las piernas e hincado en el piso jalaba mis nalgas abriéndome más para mi ruso y sucedió con varios gritos y fuertes gemidos lance todo, moje el piso, la mesa y temblaba, si temblaba de placer como si me estuviese congelando, mis piernas cansadas apenas me sostenían, quede en trance por unos segundos y me latía el ano y la cabeza de mi pene estaba más sensible que nada, hasta que me logre reponer. Faltaban 10 minutos ...