1. Mi profesor me convirtió en su esclava (Capítulo II)


    Fecha: 14/05/2019, Categorías: Dominación Autor: karen69, Fuente: CuentoRelatos

    ... atarme el torso a la silla, dibujando una X con las cuerdas que pasaban por el centro de mis tetas, separándolas bastante. -¿Conoces el Bondage? –pregunto. No me dio tiempo de contestar, el mismo prosiguió: -El bondage es el arte de atar a una persona, inmovilizándola, con fines eróticos. Muy usado en prácticas sadomasoquistas. Aunque para muchos ignorantes solo sean un grupo de cuerdas apresando a una persona, los practicantes lo vemos como un arte. Veras que bella quedas con esto, a pesar de no ser yo un practicante asiduo ni un experto en la materia. –me dijo, mientras seguía envolviendo cuerdas por mi cuerpo. Luego de formar la X en mi torso, pegándolo al respaldo de la silla, procedió a pasar otras cuerdas por arriba y por debajo de mis tetas, para luego de un par de vueltas alrededor de mi torso, por debajo de mis brazos, rodear la base de cada una de mis tetas, sin apretarlas mucho, aunque lo suficiente como para que quedaran abombadas y deformes adelante, mientras que la base quedaba más chica. Acto seguido me hizo alzar los muslos, y los ato a la parte delantera de los posa brazos, para luego hacerme pegar las pantorrillas a la parte trasera de estos y atar mis tobillos a sus muslos correspondientes. En esa posición, mi cuquita quedaba bien expuesta, al estar las piernas abiertas e inmóviles. Acto seguido tomo mi mano derecha. Con un instrumento que saco también del cajón, procedió a perforar todas mis uñas, aprovechando que estaban algo largas, para luego pasar por ...
    ... cada agujerillo un hilillo de lo que parecía ser nailon. Repitió la operación con la mano izquierda, para luego atar los largos hilos a pequeñas argollas que adornaban las paredes de la habitación, de manera tal que mis brazos quedaran extendidos cada uno hacia su lado correspondiente, con las manos abiertas, sin poder cerrarlas. Por último procedió a quitarse los pantalones y sus bóxers, y colocarse un condón. Se volvió a masturbar viéndome. No podía creer que para su edad tuviera bastante aguante sexualmente hablando. Ya esta sería la tercera o cuarta corrida de la noche para él. Tal vez se tomó una pastilla de viagra… o un camión. Al poco tiempo se corrió. Fue nuevamente al cajón, y saco una cinta adhesiva, una especie de tapabocas con arneses de cuero, y una cuerda larga con dos garfios en una punta. Se dirigió nuevamente a mí, y en primer lugar se quitó el condón lleno de su leche, y lo metió en mi boca, para luego taparla con la cinta adhesiva transparente, envolviendo mi cabeza con ella aunque por debajo de mi cabellera de manera que esta no quedara atrapada, al menos no del todo. Luego de un par de vueltas, engancho mi nariz con los dos garfios, estirando la cuerda por encima de mi cabeza, y atándola a la parte trasera de mi collar de perra, estirando mi nariz bastante incómodamente hacia arriba. Por último me coloco el tapabocas con los arneses de cuero, dos hacia los lados y dos más hacia arriba que rodeaban mi nariz como una V invertida y luego se unían para pasar ...