1. Acosado por hermana y madrastra. Sexo con ambas


    Fecha: 17/05/2019, Categorías: Incesto Sexo con Maduras Autor: Nazareno Cruz, Fuente: CuentoRelatos

    ... ojos cerrados para poder sentir con más intensidad, reiteran los gemidos, el jadeo se torna intenso, La atrevida muchacha, ahora está indefensa y maltrecha por el calor interno, la boca abierta, los gemidos son ayes, como de dolor, expresando ese momento acuciante de excitación que no puede controlar, se debate entre el cosquilleo de la calentura y la penetración que le abre la vagina. Se mordió los labios, echó la cabeza a un costado, los ayes dejaron de escucharse, un hmmmm profundo y cadencioso salió de entre sus labios bien apretados. Echó la cabeza bien atrás, -Hmmmmm y elevó los brazos para tomarse de los barrotes de la cabecera de la cama, los ojos entrecerrados, mordiéndose fuerte el labio inferior. La sonrisa se dibuja en sus labios, los ojos abren una hendija para ver y sentir como acaricio sus hermosos pechos. El orgasmo la recorre descargando la eléctrica excitación que altera sus sentidos, que la conmueve transforma, silencio y concentración, atravesada por los calores del placer recorriendo sus sentidos. Sigo dentro de ella, solo una pausa para permitirle elaborar ese momento de intimidad personal, de goce interior. - Estas bien? - Sí, mucho. Solo ese instante de calma, retome el movimiento de bombeo, más intenso, mas bamboleo de los pechos al sacudirme dentro de su sexo. Se agarró con fuerza de los barrotes de la cama, cierra los ojos aprieta los labios, vuelve a gemir los ayes se repiten recurrentes, con distintas armonías y variaciones según la penetración y ...
    ... la intensidad de sus latidos internos. Vuelve a tocarse los pechos, apretarlos para responder a la sensación de ponerse en camino hacia una nueva erupción del volcán interior. Con los dedos separa los labios de la vulva, me gustaba ver como entraba en su cueva. Los gemidos cortos y agudos se repiten como rezando para acompañar el ritual del sexo. Esta oración a la diosa venus, los gemidos se hicieron más agudos, la cama se estremece por las sacudidas que provoco, la penetración se torna vehemente y tormentosa, nuevamente se agarra con fuerza de la cabecera de la cama, para contener los embates del hombre que abre y dilata al máximo su vagina, sin poder controlar ese momento de angustia tan próximo al orgasmo, agarrotar sus manos al barral, morderse los labios, tomar aire por la boca, estremecerse, temblar cuando la excitación se convierte en ciclón de clase 5, huracán que arrasa con todas las defensas. En medio del tumultuoso y efusivo orgasmo, juro que perdí el control y me dejé arrollar por el mismo huracán que arrasó con sus emociones. En la tumultuosa excitación de Adel, largué todo el caudal de esperma, bombeé todo hasta quedarme seco. Recién en ese momento tomé conciencia de que le había acabado dentro, sin preguntarle, me sorprendió la forma y el modo de acosarme de la hermanita, ahora ya está hecho, en ese momento asumí mi culpa. - Perdona, la calentura me pudo, te acabé dentro, y ahora… Me pareció que no lo había notado, como fue todo en simultáneo, su estremecedor ...