1. Patricia cuenta su historia IV


    Fecha: 19/05/2019, Categorías: Incesto Autor: claudiob, Fuente: CuentoRelatos

    ... internet. —No todo lo que se ve en las películas porno es real. —Lo sé, lo sé. Pero igual me caliento imaginando que un joven me está penetrando como lo hacia tu padre cuando éramos jóvenes. —¿Ya no la tiene dura? —Sí, aunque ya no es como antes. —¿Por qué? —Porque antes la tenía más larga y dura, ahora la tiene más corta y un poco menos dura, aunque más gorda. —Bueno, una cosa compensa la otra. —Sí la naturaleza es sabia. Yo por ejemplo ya no me mojo tanto. —¡Menos mal! —¿Por qué lo decís? —Porque arrojas muchos fluidos cuando acabas. —Jajaja, imagínate lo que era antes. —Me lo imagino, debías ser una canilla. —Sí como tú ahora. —Jajaja —Y ¿Por qué no llegas? —Creo que es porque me reservo para la pija de tu padre. —¿Solo la de papá? —Hummm, Sí, solo la de tu padre. —Dudaste un poco. ¿No te gustaría otra? —No sé. Solo he sentido la de tu padre. —¿Solo esa? ¿No te gustaría sentir otra? —No. —Pero, si me dijiste que cuando cerras los ojos te imaginas otra. —Sí, pero si cojo con alguien voy a ver quién es. —¿Y si yo te traigo a alguien lo cogerías? —No porque lo vería. —¿Y si no lo vieses? —Así sí. Pero no sé cómo podría coger con alguien sin conocerlo. —¿Vos confías en mí? —¡Por supuesto! —Entonces deja que yo lo arreglo. Y dicho esto, caliente como una cuba, por lo que me estaba imaginando, me arrojé sobre su concha y le di una mamada que la hizo llegar en pocos minutos, aunque yo tocándome la mía llegue unos minutos antes. Luego me fui a preparar el almuerzo para cuando ...
    ... llegasen los hombres y después de almorzar me fui a la habitación de mi hermano y le conté lo que había planeado y quedamos que el sábado siguiente lo llevaríamos a cabo. Así fue como al siguiente sábado, mi padre y mi hermano se fueron, tras lo cual yo fui a la habitación de mi madre y le conté que, había organizado para ese día, viniese un pendejo para hacerlo con ella. Me respondió que no sabía si lo podría hacer y yo le dije, al tiempo que le acariciaba los pechos que lo podría hacer pues yo le vendaría los ojos a lo cual me respondió que igual no podría pues estaría pensando que lo estaba haciendo en la cama que compartía con su esposo. Pensando a mil me di cuento que no se animaba, por lo que, después de darle un beso muy caliente, le dije que lo haría en mi cama. Muy convencida no estaba pero en eso sonó el timbre, como habíamos arreglado con Mario para que no sospechase, de allí que tampoco lo organizamos para algún día de la semana; le dije entonces: ¡Ahí llegó, Confía en mí y fui a atender, apenas cubriéndome con la bata de mi madre. Era Mario. Por lo que lo hice pasar y le dije que esperase en la cocina. Fui a la pieza de mi madre y tomándola de la mano la llevé a mi habitación, allí le vendé los ojos y le dije que no se quitase la venda, que yo lo haría en el momento adecuado. La deje desnuda tendida en mi cama y fui a buscar a Mario, quien ya estaba en bolas; cuando llegué a la cocina y lo vi así le dije: ”No querés perder el tiempo” y él me dijo: “No, mirá si da ...