1. Mis dos familias - 09 de 10


    Fecha: 13/06/2019, Categorías: Gays Autor: Albany, Fuente: CuentoRelatos

    ... un débil gemido sujetando su cabeza, enterrando mis dedos en el pelo, empezaba a sentir que su pene despertaba apretado contra el mío. Hubo un instante que se dio cuenta de donde estábamos llegando y se elevó apoyándose en las manos, nuestras miradas se juntaron y perdió definitivamente los papeles, y arrodillado se quitó la chaqueta con prisa, dejándome ver su velludo pecho con muchos pelos blancos y sus sonrosadas tetillas surgiendo naciendo del vello. Me senté para ayudarle a quitarse el pantalón y me retiré el mío, estábamos los dos desnudos examinándonos, su poderosa verga con la punta roja del glande apuntando directamente hacia mi, su cara absorta mirándome, el brillo lujurioso en su mirada. -¡Precioso! Muñequito de porcelana. -depositó sus grandes manos sobre mis hombros llevándome hasta unir nuestros pecho tan diferentes y que se acoplaban como si tuvieran que estar siempre así y esa fuera su posición esencial y primaria. Froté mi pecho blanco, de piel fina, sobre el vello fuerte del suyo e incliné la cabeza para lamer su rosada tetilla. Se la lamía con la punta de la lengua cual gatito, y luego la metía en la boca succionando hasta que le escuche el primer suspiro, y cambié a la otra volviendo a repetir el proceso -Déjame verte pequeño. -me tumbó sobre la cama como estaba antes pero sin el pantalón, con las piernas abiertas todo expuesto a su mirada, con mi polla apuntando al techo y los gordos huevos colgando entre las piernas tapándome el perineo. Estuvo unos ...
    ... minutos pasando la punta de los dedos por mi pecho apretando sobre mis pezones y los deslizaba por mis delicados y apenas marcados abdominales. -Eres perfecto, mi nene. -me tapé los testículos con las manos, me sentía tímido y ruboroso de que los viera tan gordos. Me las apartó y los pasó los dedos con delicadeza. -También son hermosos, no los cubras, me gustan, se ven poderosos, de toro. -de todo mi ser era lo único que se podía llamar poderoso. Sus besos me enloquecían y deseaba agarrarle la verga para lamerla y darle placer, él no me lo permitía, me retira la mano sin cesar de besarme y llegó hasta mi ano para empezar a acariciarlo y meterme los dedos. Cesé en mis intentos y le dejé que actuara y dirigiera el acto, me sometí por entero a su fuerza. Se arrodilló entre mis piernas y las elevó para colocarlas sobre sus hombros dejando la entrada de mi ano a la altura exacta de su verga. Tuve envidia de mamá al no poderme sentir como ella y tenerlo cuando quisiera, si fuera mujer podría disputarle el amor de Don…, y, desafortunadamente, no lo era. Sujetó mis piernas con una mano para que no las moviera y con la otra orientó la polla colocándola para empujar y meterla, no necesitaba hacer mucho esfuerzo para que fuera entrando hasta que llegó al final pegando su pubis sobre mi culo.. Suspiré de gusto y agarré sus muslos para que no se moviera, no pude retenerle mucho tiempo y empezó con movimientos frenéticos a entrar y salir de mi ano sintiéndole en lo más hondo reventándome el ...
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