1. Con mi padre y el entrenador...


    Fecha: 29/06/2019, Categorías: Gays Primera Vez Autor: renovatio111, Fuente: xHamster

    ... mostraba la entrepierna de Ricardo.Pero tu mucho mas – replicó Ricardo estirando una mano hacia la entrepierna del padre.En el f***ejeo, la vieja truza blanca había dejado escapar uno de sus huevos, y Ricardo sintió el contacto suave y velludo al meter la mano.Y que huevotes! – dijo el muchacho admirado sin soltarlos.La lucha continuó trenzados en la cama, resoplando ambos con la refriega, tratando de agarrar al contrario y de evitar ser cogido al mismo tiempo, sin conseguirlo ambos.Ya dejen de jugar! – escucharon la voz femenina – o subo para ponerlos en paz!Te salvaste – dijo Manuel soltando a su hijo – pero me las pagaras! – amenazó dirigiéndose a la puerta.Ricardo observó que su padre llevaba un buen bulto en sus calzones y reconoció que el f***ejeo lo había dejado excitado también. Necesitaba una ducha fría, y por muchos sentidos, decidió.La universidad, las clases, lo mismo de siempre. La hora de entrenar, con mucho la parte favorita del día. Los chicos del equipo, los tenis y la ropa, Ricardo estaba feliz. El entrenador, por el contrario, no parecía nada contento cuando llegó. Ni siquiera saludó a Ricardo. Seguramente estaba m*****o por lo sucedido el día anterior, pensó Ricardo, quien también se sentía incomodo sin saber qué decirle.Optó por hacer lo que mejor sabía. Salió a correr para olvidarse de todo. Treinta minutos después el entrenador le hizo señas de que se acercara.Cómo te sientes hoy? – preguntó de forma directa y algo hosca.Mucho mejor – respondió ...
    ... Ricardo mirando hacia otro lado. No podía mirarlo de frente.Creo que necesitas un buen masaje – dijo el hombre con la mirada fija en él – ahora mismo.Ricardo sintió en su cuerpo la excitación que aquellas simples palabras prometían, pero también percibió que de aceptar esa propuesta las cosas para él ya nunca volverían a ser iguales. Su vida cambiaría, y aun no estaba del todo seguro de querer ese cambio.No – decidió – no creo que sea necesario, gracias, pero ya me siento mucho mejor – dijo suavemente.El entrenador no contestó nada, y el incomodo silencio se prolongó mas de lo necesario. Ricardo se lanzó a correr de nuevo, sin saber qué otra cosa decir para explicar su negativa. El entrenador no volvió a dirigirle la palabra durante el resto del día, lo cual era algo inusual. A los demás chicos sí les hacia observaciones, les aconsejaba, mientras que a Ricardo simplemente lo ignoraba, como si no existiera.Ese comportamiento se repitió el resto de la semana, y Ricardo resintió el alejamiento, pero no atinaba a encontrar una forma de remediar la situación.Les aviso que ya terminé de promediar sus tiempos – dijo en los vestidores el viernes al terminar el entrenamiento– y la lista de los seleccionados esta pegada en la puerta de mi oficina.De inmediato todos los chicos corrieron allá. Ricardo tenía la certeza de que sus tiempos habían sido muy buenos, y se acercó casi con la seguridad de encontrar su nombre en la lista. Para su sorpresa, no figuraba en ella.Un mar de sentimientos lo ...
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