1. Los licántropos violadores


    Fecha: 04/07/2019, Categorías: No Consentido Autor: Gabriel B, Fuente: CuentoRelatos

    ... de sus gritos le hace tragar la verga. Melania no puede evitar morder el sexo monstruoso que tiene en su boca, ya que las embestidas de otro la hacen moverse mucho, pero la piel gruesa del licántropo lo protege de los pequeños dientes de Melania. En uno de esos movimientos ve como su hija se mama una verga, mientras el otro licántropo entierra su lengua en el ano. No parece en absoluto forzada. Siente asombro y alivio por su virginal hija. No se hubiese imaginado que Nefi enfrentase ese trágico momento tan bien, no actuaba como una chica inocente a punto de casarse, pero por otro lado era mejor así, de esa forma el recuerdo no sería tan traumático. Mientras su hija seguía tragando verga, la misma Melania se permite relajarse un poco. Acompaña las embestidas del licántropo con movimientos pélvicos, y su sexo comienza a humedecerse. Durante un buen rato son revolcadas de acá para allá a merced de los licántropos. A Nefi le abren las piernas y le meten la enorme verga hasta el fondo. El otro sacude el sexo en su cara, y estalla en un bestial orgasmo, empapándola de semen. Melania ya está disfrutando de la vejación. En un momento, entre sacudida y sacudida, madre e hija quedan cara a cara, y casi sin reconocerse, y llevadas por el calor del momento, se dan un tierno beso en la boca. Melania saborea el semen del hombre-lobo de la cara de su hija. La lame una y otra vez hasta tomarse la última gota, y cuando ve el rostro impecable de su hija, recobra el juicio por un instante, ...
    ... sólo para sentir horror de sí misma. Nefi, en cambio, parece notar la turbación de Melania, y le regala otro beso, como para calmarla, mientras le acaricia cariñosamente la cabeza. Ambas siguen poseídas por los licántropos. Están completamente desnudas, arrodilladas sobre el pasto, bajo el sol del atardecer que ya empieza a ocultarse. Es entonces cuando una voz masculina irrumpe en la orgía. - ¡Nefi! – grita alguien a lo lejos. Neferet lo escucha, y con la verga todavía adentro suyo, mira hacia arriba y reconoce la cara de su futuro esposo Kilian. Kilian está en lo alto de la colina, y ve horrorizado el espectáculo que se desarrolla a un costado del arroyo. Su futura esposa y su suegra están en plena orgia con cuatro hombres enormes, de piel oscura. Ve a Nefi levantar su cabellera amarilla para observarlo, pero el hombre que está encima de ella hace un movimiento pélvico, enterrándole la verga, cosa que hace que ella largue un gemido de placer mientras está cruzando la mirada con Kilian. No puede ser, piensa. Seguro las están obligando. Ve las prendas femeninas desparramadas y rotas, tiradas en diferentes partes. Sí, las están violando, reafirma, no puede estar pasando otra cosa, esa cara de placer de Nefi debe ser solo mi imaginación, se dice. Eran cuatro hombres, pero él tenía una escopeta. A ver de qué les servían esos músculos con un balazo en la cabeza. Baja la colina corriendo, con los ojos destellando ira. Pero en un momento da un mal paso, se tuerce el pie, y cae rodando ...