1. Adios


    Fecha: 06/11/2017, Categorías: Lesbianas Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues

    Y entonces me beso. Fueron besos pequeños, suaves, tiernos. Me tomó tan de sorpresa que cuando se detuvo y sonrió, no le dije nada. Una sonrisa ilumino su rostro y me dijo que le gustaba. Que me olvidará del idiota de mi novio. Que me haría olvidar todo, que le diera una oportunidad, que si le incomodaba se podía detener. Entonces pensé: “¿Y por que no?” Quería sentirme amada, valorada, aceptada. Cerré mis ojos. Mi respuesta fue otro beso pequeñito. Sentí su perfume mientras su boca me chupaba suavemente. Sus manos me apretaron hacia ella, después acariciaron mi espalda, mis nalgas y mis piernas. Rico-rico-rico. Me ordenó que la viera, abrí mis ojos. Me dijo que quería que viera todo lo que me iba a hacer y que quería ver, también todo lo que le iba a hacer. Esta es la última historia que vas a leer. Ya me habrás reconocido. No he cambiado nombres o lugares, para que no te confundas y te sientas seguro de todo lo que lees. Después de esto, puedes hacer lo que quieras. Sigue con ese puto divorcio que tanto quieres, ya sabes de donde viene toda esa experiencia. Esa manera que te gusta que chupe tu verga o que te apriete con mi coño o mi culo. Nada fue gratis. Soy mejor que cualquiera de las putas que mencionaste: Karina, Abigail, Christina o de la rubia Carmen. Ninguna de ellas pueda hacer tanto y con tanto gusto. Piensas que porque aportas más económicamente a la familia puede hacer a tu gusto. Te amo, pero me amo más yo. No te permitiré que me humilles o me digas todo eso. ...
    ... Me lastimaste. Y eso no lo olvidaré pronto. Y si aún quieres saber más sobre mi pasado, sobre mis gustos en la cama, tienes que saber de Susana, mi compañera del último año de la prepa. Mi último novio le gustaba agarrarme de saco de boxeo, el idiota se enfurecía pues tu sabes que me gusta exhibir mis piernas, mi cintura, mis pechos pequeños y mi culito respingón. El idiota intento hacerme cambiar de forma de vestir y yo rebelde, me negué. La última antes de denunciarlo y que él muy puto huyera al extranjero fue cuando, el muy cobarde me abofeteo frente a sus amigos. Esos maricas rieron cuando caí al suelo. ¡No lo podía creer! Nadie intento defenderme de este tipo que medía 40 centímetros más que yo. Me levante y le grite que era un poco hombre, que no me satisfacía en la cama y que se venía más rápido que un puberto viendo porno. Sus amigos se burlaron y cuando intento golpearme lo golpeé entre las piernas con la bolsa. Estoy segura de que con el tacón de la zapatilla le fracture la mano con el pisotón que le di. Susana pasó con su auto rumbo a su departamento justo enfrente de donde estaban estos imbéciles, ya fuera de las instalaciones de la escuela, en una de las calles aledañas. Corrí hacia ella y le pedí que me llevara. Abrió la puerta del copiloto, subí y salimos pronto hasta el periférico. No me pregunto nada. Yo empecé a llorar un rato después de tomar con rumbo a Xochimilco. Me sentí basura. Quería saber que había hecho mal para merecer a ese estúpido. No pare de ...
«1234»