1. Adios


    Fecha: 06/11/2017, Categorías: Lesbianas Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues

    ... llorar hasta que me dio un pañuelo de papel y me dijo que bajara, que ya habíamos llegado a su departamento. Me invito a pasar y ya en su sala, lloré otra vez. Me tomo suavemente la cara y me dijo que si alguien me amaba no tenía que lastimarme o hacerme sentir así. Ví sus ojos y no pude evitar pensar que eran muy bellos, su aliento estaba tan cerca. Sus labios pequeños y rojos tan lindos. nunca la había visto de tan cerca. Y entonces me beso. Fueron besos pequeños, suaves, tiernos. Me tomó tan de sorpresa que cuando se detuvo y sonrió, no le dije nada. Una sonrisa ilumino su rostro y me dijo que le gustaba. Que me olvidará del idiota de mi novio. Que me haría olvidar todo, que le diera una oportunidad, que si le incomodaba se podía detener. Entonces pensé: “¿Y por que no?” Quería sentirme amada, valorada, aceptada. Cerré mis ojos. Mi respuesta fue otro beso pequeñito. Sentí su perfume mientras su boca me chupaba suavemente. Sus manos me apretaron hacia ella, después acariciaron mi espalda, mis nalgas y mis piernas. Rico-rico-rico. Me ordenó que la viera, abrí mis ojos. Me dijo que quería que viera todo lo que me iba a hacer y que quería ver, también todo lo que le iba a hacer. Sus manos abrieron el cierre rápidamente, la falda y la blusa cayeron al suelo, me empecé a mojar, me tenía en ropa interior, acariciando mis senos sobre el bra. Hice lo propio para que quedáramos en las mismas condiciones. Su piel blanca, su aroma, su suavidad me hizo pensar en un futuro en su cama ...
    ... y en su vida. Desabroche su bra. Un pequeño par de senos me recibieron sin caer. Bese su cuello y su pecho. Sus senos fueron mi perdición. Los bese y chupe. ¡Dios que dulce su aroma y su sabor! Estaban duritos. Mis manos buscaron sus nalgas, comencé a bajar su tanga. Hizo lo mismo conmigo. Nos arrodillamos frente a frente, sonreía, me regalo otro beso y su lengua me hizo sentir electricidad. Nos acercamos al sofá y al sentarse abrió sus piernas. Nunca se lo había hecho a una mujer ¿Cómo se le hacía? Recordé a mis antiguos novios y sus estúpidas lenguas. Si. Así no era como me hubiera gustado. La besé como me hubiera gustado a mi. Chupe todo el coño, mi lengua jugó con su clítoris, la metía, besaba sus labios. Comenzó a gemir. Su sabor era tan agradable. Chupe mis dedos. Deslice dos simulando el grosor que me gustaba, y chupe su clítoris. Me mojaba los dedos, sus gemidos me incitaban a seguir. Jaló mi cara suavemente y me pidió mi coño. Con otro beso cambiamos de lugar. Abrí mis piernas, su lengua abrió mi labios recorriendo una y otra vez por dentro y por fuera, al llegar a mi clítoris, lo chupo y recorrió con su lengua al mismo tiempo. Metía sus dedos y encontró mi punto G, sentí mucho placer, más del que había sentido con ningún otro chico, también, me mojaba como nunca antes. Me pregunto si me gustaba, le conteste que me fascinaba, hacía círculos sobre mi clítoris con su lengua y sus dedos no se detenían, me pidió que repitiera con ella lo que me había hecho. Me dió la ...