1. A las ordenes de mí mujer


    Fecha: 06/07/2019, Categorías: Infidelidad Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... orgasmo?)como les dije con toda su polla dentro de su culo, lo que indicaba que dicha polla no perdía fuerza en absoluto. de manera que la única forma de participar e ir sustituyendo a Isabel era comenzar besandole los huevos, más que besarlos comencé a chuparselos. Inmediatamente, y con sorpresa para mí, Isabel se sale y termina corriendo hacia el baño y vuelve con una toalla mojada con la que limpia la posible suciedad que Diego pudiera tener en su pene. (esto me confirmaba que efectivamente todo giraba en la casa buscando el placer de Diego y este me estaba requiriendo, sorprendentemente, a mi ahora) Isabel dijo que no podía más en ese momento y que nos dejaba solos, y salió de la habitación. Diego me levantó de la postura que tenía, mientras le chupaba sus huevos me posicionó para que más comodamente pudiera hacerle una mamada. Eso fue precisamente lo que hice a continuación. Indudablemente esa polla era, no solo algo mayor y más dura que la de Carlos, sino con un sabor mas varonil, más seco y metalico que la de Carlos. Le dije:dame tiempo para saborearte y después hazme lo que quieras. El se abrió de piernas y brazos y dejó que yo se la chupara. Aquél glande era delicioso, lo mordía con cuidado y lo lamía sacándole todo su sabor. Eran movimientos mecánicos que parecía que siempre los había dado, cuando realmente ese día fue para mí el primero. Me la introducía todo lo que podía, me llagaba a la garganta y me daba la sensación de que iba a vomitar pero lo cierto es que ...
    ... no era así sino que al tenerla toda en la boca y llegarme hasta la campanilla esa era la sensación que daba. Después de unos minutos de estas así, mamando como una puta experta, me dí cuenta de que el orificio de mí culo estaba completamente abierto. Mientras seguía con mi "trabajo", llevé una de mis manos hacia ese orificio y con facilidad pude introducirme un dedo, y otro, pude introducirme dos dedos que entraban y salían con suavidad. Le dije a Diego que me disculpara que iba un momento al baño y enseguida volvía. Él no dijo nada y yo me levanté y fui al baño, donde me lavé bien el sitio, el único sitio, por donde quería que Diego me "hiciera mujer". Volví, antes de salir, a ponerme las bragas de Esther y ya con ellas puestas salí de nuevo dirigiendome hacia la cama. Era extraño pero no había oido hablar a Diego desde que llegó a casa. Se limitaba a hablar con los ojos. Cuando llegué al pie de la cama me agaché para besar su torso. un torso belludo y delicioso que desprendía un olor a colonia que hacía, junto con el olor de su polla, que me extasiara. Di la vuelta a la cama y me tumbé dándole la espalda. Diego comenzó a pasar su mano por mis muslos y por la parte de mis gluteos introduciendo su mano entre las bragas para abarcar todo el gluteo que estaba magreando. Yo estaba sintiendo lo que nunca hubiera podido imaginar. Era una sensación nueva, femenina completamente, de indefensión, y tenía a un macho que en pocos segundo iba a meter su polla hasta el fondo de mi culo, ...