1. A las ordenes de mí mujer


    Fecha: 06/07/2019, Categorías: Infidelidad Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... sientiera su caliente coño en mí culo y le dijera que si me gustaba, pero que no contestara en seguida, que esperara un poco. Asi de esa forma continuó, "entrando y saliendo", apretanto su bulba contra mí. No supe como reaccionar, al mismo tiempo pensé que cómo sabía ella que me gustaba esto. ¿Me habría visto en algún momento cuando yo creía que estaba sólo?;¿sería que esas cosas se notan(que no lo creo)en cualquier hombre con estas particularidades?. En fin lo cierto es que después de pensar, en ese instante, esas cosas y más, pasé a concentrarme en el calorcillo que sus envestidas dejaban en mi cada vez que apretaba, llegando un momento en que no pude más, inmediatamente me puse a buscar el compás con ella y en ese momento se me escapó un "follame". Momento en el que dijo:¡lo sabía! te gustan las pollas(siguió susurrando). Eres afeminado. Sabía que si te hacía esto cederías y te abrirías como una putita, que es lo que eres, maricón, guarra, puerca, y caerías derrotado ante mí. Amador(ese soy yo), me dijo:ahora no solo trabajo para la casa sino que soy el macho de ella. Voy a ser tu "hombre" y eso se va a traducir en que vas a tener que cumplir con todos mís deseos. Esto lo decía mientras seguía apretando y aflojando y yo al mismo ritmo y diciendo cosas como:te gusta?, cuantos tios te han follado?, a cuantos se la has mamado putilla?, ¿te han dado ya por el culo, mariquita?, te gustan eh? Y cosas así. ;entonces pasó su mano sobre mí cintura y agarró mi pene y me masturbó. . ...
    ... . la corrida fue inmediata y pletorica. Al terminar, los dos boca arriba y pasado el calor de la contienda(ella follaba realmente como un hombre) comenzo a insultarme y a decir lo desgraciada que era por haberse casado con un hombre al que le gustan las pollas, con un perfecto maricón. Yo estaba sin habla, no podía articular palabra, era lógico, acababa de ser descubierto. Estaba completamente a su merced. Hubo un silencio relativamente largo del cual resultó lo siguiente: Mira Amador a partir de ahora voy a traer a casa a quien yo quiera, lo digo para que sepas que si un día aparezco con un hombre no te asustes, guapa, ní te asustes si me ves que traigo a una mujer;también me gustan y mucho. Aquello que pasó entre nosotros me dejó terriblemente triste por un lado, pero por otro tengo que decir que relajado y satisfecho por haber actuado como lo hice. De todas formas también pensé que lo de ser "maricón" como ella decía no era del todo cierto, porque cuando estaba en casa la chica de la limpieza, que venía los sabados, y a la que Esther llama la "criada", era indudable que me la ponía dura. Isabel, la chica cumplidora de su trabajo, ciertamente, es, lo que se suele decir para describir a una verdadera mujer:"una hembra". Una, no vella, sino "hermosa" y guapa mujer. Hermosura que sin embargo debía descubrir bajo su delantal y su ropa, pues no se trata de una chica fríbola, aunque tampoco denotaba que fuese recatada. Así las cosas, decidí, para compensarme a mí mismo, "atacar" ...
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