1. seduciendo


    Fecha: 08/07/2019, Categorías: Sexo con Maduras Voyerismo Autor: edit69, Fuente: xHamster

    ... más de quince personas en la sala por lo que estábamos solos en la fila que elegimoms. De repente, las escenas terroríficas y sangrientas comenzaron a sucederse.No sabía que la película sería de terror. Cuando comenzaron los sustos me aferré a Fernando. Primero a su pecho y cintura para después cogerle la mano. Apoyé mi cabeza en su hombro mientras llevaba su mano a mi estómago.Me gustaba, o quizá debería decir, me excitaba su olor. No podía apartar mi nariz de su camisa. Olía a hombre, a joven, su aroma era fresco y viril. Aprovechando las escenas de terror que se sucedían le iba acariciando de forma sensual su pecho. Le notaba tenso, más por mis dedos que por los sustos que transmitía la pantalla.Todo se mezclaba en mi cabeza. Era mi hijo y no debía tener aquellos sentimientos, me apetecía hacer el amor, no iba a ver ese día a Pablo, pero sobre todo, deseaba al chico que tenía a mi lado en esos momentos.No lo dudé. Acariciando su pecho llegué a los botones de su camisa, desabrochando los dos primeros y tocando su pecho, completamente liso, sin ningún tipo de vello, a diferencia de los hombres con quienes había estado.El permanecía rígido, sin hacer nada. No sabía si le gustaba o no, hasta que una incursión a su entrepierna me hizo comprobar que su tamaño había crecido considerablemente. Aquello me envalentonó por lo que mi siguiente acción fue llevar su mano a mis pechos.A principio las mantenía abiertas, como si se sintiera forzado a tocarlos, pero de repente sus ...
    ... dedos se activaron y su boca se acercó a mi mejilla y comenzó a besar mi cara. Nuestras lenguas se cruzaron intercambiando nuestros flujos salivares. Estaba excitada, muy excitada.Íbamos despacio, disfrutando cada instante el uno del otro. Como una primera cita. Fernando era tímido por lo que era yo quien debía llevar la iniciativa. Su mano, que no paraba de acariciar mis mamas descendió bajo mi mando hasta mis rodillas y la empujé hacia mis bragas.Noté sus dedos por encima de mi culote. Mi humedad debía traspasar la tela de la braga. Yo desabroché dos botones de su pantalón cuando él llegó a acariciar mi vello púbico.Para mi desesperación vi como cambiaba radicalmente la música y aparecían los títulos de crédito. La película había terminado y por tanto también nuestra sesión. El encendido de las luces para que se los clientes abandonásemos la sala nos sorprendió arreglándonos la ropa.Tenía ganas de irme a casa y desnudarme delante de mi hijo, sin tapujos, sin interrupciones, pero al mirarle vi que estaba rojo como un tomate. Salimos del cine sin decir nada. Estábamos en el centro y suponiendo que Fernando estaba de acuerdo, tomé el camino al parking donde había dejado el coche, pero me interrumpió.Mamá. No quiero ir a casa ahora – Me dijo en tono serio.Por qué? Que te pasa? Cual es el problema? Te ha m*****ado lo que ha pasado en el cine?No quiero ir a casa – Se limitó a responder.Caminamos un rato, entre la gente sin hablarnos, hasta que le propuse que tomásemos algo. Al ...
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