1. mas caña


    Fecha: 11/07/2019, Categorías: Fetichismo Autor: Cermega, Fuente: xHamster

    ... la toalla y no la hacía porque pensara que al fin y al cabo ya había visto todo, que era cierto, si no porque me encantaba estar desnuda hablando con un hombre vestido.Se marchó y a los pocos segundos llamó a la puerta mi marido. Había estado esperando a que saliera el masajista. Pregunté quien era, aún que sabía que era él y cuando contesté abrí la puerta, de par en par, sin ocultarme detrás, seguía desnuda. Si hubiese habido alguien en el pasillo me habría visto, pero no me preocupaba, en cierto modo lo ansiaba.- ¿Qué tal? Preguntó. Veo que sigues desnuda, por lo que parece estás empezando a cogerle el gustillo.- Ha sido maravilloso. Respondí con sinceridad. No sé que me gustó más, si estar desnuda delante de él todo el rato o sus caricias recorriendo mi cuerpo. Ha sido un regalo formidable, mi señor. ¿Cómo podría agradecértelo? Haz de mí lo que quieras, soy tuya.- Cuéntame .Continuó ,preguntando. ¿Hasta dónde ha llegado?Le relaté con todo detalle mi masaje, como había tanteado levemente mi pecho, como me había sobado el culo y lo que me había excitado, algo que Santi ya sabía, porque desde que entró en la habitación no había apartado la mano de mi entrepierna, deslizando sus dedos dentro de mi. Se mostró algo decepcionado al saber que no había ni tan siquiera rozado esa parte de mi cuerpo, quizás debiera haberme insinuado algo más, pensé.Entonces, me hizo darme la vuelta, inclinó mi cuerpo apoyándolo en la mesa de la habitación, sacó su pene y me penetró desde atrás ...
    ... mientras yo le suplicaba que me follara. No tardé en alcanzar el orgasmo, mi primer orgasmo del fin de semana y él se derramó dentro de mi.Caímos rendidos en la cama durmiéndonos como dos lirones.Cuando despertamos era media tarde, no habíamos comido y el restaurante ya estaba cerrado así que Santi pidió algo de comer al servicio de habitaciones. Al poco oímos una voz de chico joven llamando a la puerta.- Servicio de habitaciones. Se anunció.- Un momento. Contestó Santi poniéndose el albornoz. Yo, que seguía desnuda me metí en el cuarto de baño a ocultarme.El chico entró y entonces pensé, "Por qué no, Seguro que a Santi le encanta". Y salí del cuarto de baño.- Uuuy, no te había oído entrar. Dije haciéndome la tonta, crucé la habitación sin taparme para coger la toalla que seguía encima de la cama y dirigiéndome a Santi dije: - Venía a buscar esto.Y con la toalla en la mano, volví al cuarto de baño. Con el paseo, el chico se pegó un hartón de mirarme por todos los lados y todas las posiciones, por delante y por detrás. Los ojos se le salían de las órbitas, no debía estar acostumbrado a que las clientas del hotel se pasearan en pelotas por delante de su cara.Cuando oí la puerta cerrarse salí muerta de risa. Santi me aplaudía muerto de risa como yo.- Has estado espléndida. Exclamó . No cesas de sorprenderme, eres una auténtica perra en celo.Sabía que te gustaría. Fue mi respuesta.Terminamos de comer y nos bañamos juntos en el jacuzzi, volvimos a hacer el amor, esta vez pausadamente, ...
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