1. La pertenencia (5) El turista


    Fecha: 12/07/2019, Categorías: Dominación Sexo Oral Autor: ibarra.heber, Fuente: CuentoRelatos

    ... sintió ahora el roce húmedo mejor dirigido de mi lengua. "Échate de espalda." La ginecología no es lo mío, pero ver su pecho levantarse según por donde pasaba la punta de mi lengua sí lo era. "Tócate los pezones." Puse un dedo a mojarse con los líquidos que empezaba a hacer fluir, estimulada por mi lengua, que con su punta le hacía cosquillas más fuertes en el clítoris, mientras mi dedo lubricado daba vueltas alrededor de su ano. Cuando se secaba volvía a la fuente y con mi lengua no cerraba la llave. Ella sólo gemía, ya había aprendido que estaba demás pedirme que hiciera alguna cosa. La estimulación doble fue una linda sorpresa para ella. Yo levantaba la cabeza para ver lo duro que tenía sus pezones negros entre sus dedos finos y el arrebato en su cara con los ojos cerrados y la boca abierta. "Te tocas los pezones y sientes como es que tu papi te los pone duritos con su lengua." "Sí papi" dijo entre jadeos. La solté y la traje a mi lado, acostados a lo largo de la cama. No es que yo tuviera suficiente fuerza para moverla, menos levantarla al vilo; si no que ella sabía ponerse liviana como una pluma en mis manos y su cuerpo se movía al unísono con mis deseos. "¿Que quiere mi niñita linda?" Yo acariciaba su brazo y ella con su mano mi pecho. "Quiero tu verga papito, quiero tu verga por favor papito lindo." "¿Sí?" Le di mi lengua y la tomó con ansias, como sucedáneo. "Sí papi" dijo al poder su boca volver a formar palabras. "¿No has tenido ya suficiente verga últimamente?" ...
    ... "No papi, nunca es suficiente, siempre quiero más." Le puse mi dedo en su boca y lo chupó apurada. "Eres una mamoncita cochina." Me lamía los lados del dedo. "Si papi, soy una cochina, una cochina mamona" lograba cerrar la boca para decir. Acaricié su mejilla con mis dedos húmedos. Seguía con los ojos blancos y la boca abierta. Le pegué una cachetada. "Cochina." ¡Sí papi, soy una cochina!" Tenía su lengua afuera, como esperando algo. "Perra cochina." La puse de espaldas, me senté en su pecho sosteniendo un poco mi peso con mis piernas y le di dos cachetadas más como latigazos en cada mejilla. No tengo fuerza en los brazos como para hacer daño con cachetadas ni quería hacerlo, pero suficiente para que suenen y ardan si son varias. Ya no contestaba, sólo empezó a dar unos chillidos de baja intensidad, apretados y largos. Le di unas cuantas cachetadas más y luego pasé mi lengua por sus mejillas, sintiendo lo encendidas que estaban quedando. Sus chillidos se intercalaron con jadeos. Era muy agradable la temperatura ambiente de la pieza, podíamos estar desnudos tranquilamente en la cama. "¿Querías verga puta de mierda?" Levanté mi cintura y baje sobre su boca abierta, esperando. Con su cabeza debajo de mi cintura abrió la boca y se lo metí y saque varias veces, con fuerza persistente. "¿Ah? ¿Querías verga mierda?" Me salí de encima de ella y me acosté a su lado. La tomé en mis brazos. "Mi niñita linda, tu papi te va a dar todo lo que tú quieras mi princesita." "Gracias papi." "Y ...