1. disfrutando a gusto con mi hijo


    Fecha: 13/07/2019, Categorías: Sexo con Maduras Tabú Autor: mamaverga, Fuente: xHamster

    Todo comenzó hace apenas 3 meses, tengo 58 años, casada y con 3 hijos, dos hembras y un varón, Daniel. Ahora tiene 20 años, es un chico normal, soltero y sin novia y claro está, vive con nosotros. Yo soy una mujer alta, tengo una talla 120 de pecho, pero debido a mi estatura y mi corpulencia no parecen demasiado grandes, caderas anchas y un buen culo, a pesar de mi edad, me considero una mujer joven.Vivimos en un bloque de pisos, donde por rellano solo hay dos viviendas, y mi vecina es a la vez la madrina de mi hijo, ambas familias compramos los pisos juntas ya que éramos amigos desde la infancia, ellos no han tenido hijos, pero mi Daniel es para ellos como un hijo. Nosotros vivimos en el último piso, justo encima está la azotea, no muy visitada por los demás vecinos ya que no hay ascensor en el bloque, y mi puerta da justo enfrente de la escalera de subida.María es la madrina de mi hijo Daniel, y por lo tanto comadre, es una mujer algo más bajita que yo, al no haber tenido hijos, también se mantiene en buena forma, ambas decimos que debe ser por subir los 5 pisos hasta nuestras viviendas, nuestros balcones están unidos y se puede pasar desde un piso a otro sin tener que salir al rellano. María y yo habíamos sido cómplices en algún que otro devaneo con un joven repartidor de una tienda del barrio, pero de eso hacía ya algunos años y todo había vuelto a la normalidad, fieles a nuestros maridos y manteniendo una vida sexual aburrida y casi nula.Todo comenzó cuando empecé a ...
    ... notar en mi hijo un repentino aumento en las salidas de casa, y sobre todo cuando siempre antes de esas salidas escuchaba su móvil sonar, un timbre y se apresuraba a salir, sin palabras y con sigilo. Una tarde salí detrás de él para saber donde iba, pero no me dio tiempo a llegar muy lejos, se había parado en el piso de abajo, donde también vivía un matrimonio mayor, no hubo palabras, pero desde donde yo estaba pude distinguir como mi hijo se sentaba en uno de los escalones y seguidamente como Juana, que así se llama la vecina de abajo, levantándose la falda que llevaba puesta esperaba a que Daniel se sacará la polla para sentarse sobre ella, se la estaba follando en toda regla, mi hijo magreaba a la Juana por encima de la ropa intentando meter sus manos por dentro de su blusa para buscar sus grandes tetas, esa mujer era algo mayor que yo, y se estaba follando a mi hijo, apenas podía escuchar ningún ruido, solo algún que otro gemido de la Juana, la sesión tardó poco, apenas unos minutos, pero echando la cuenta de las de veces que yo escuchaba el móvil de mi hijo y él salía de casa, debían de ser unas dos o tres veces al día.Entré de nuevo en casa cuando sentí que todo iba a terminar, pero en vez de sentirme enfadada, me quedé pensando en lo diferente que era la vida para la Juana y para mí.Después de varios días espiando a mi hijo, no pude aguantar más y se lo conté a María y ahora éramos dos espiando a mi hijo, y sobre todo ella envidiaba a la Juana por la posibilidad de tener ...
«1234...»