Con el papá de un compañero. - Relatos Eróticos

Con el papá de un compañero.

... la puerta y si no lo haces ya sabes lo que puede pasar. Me empine, abri mis piernas lo más que pude, me raspe otra vez las rodillas, puse mi cara en el suelo del camión y abrí mis nalgas lo más que pude, note que abría un poco la puerta, por la luz que penetro al camión y el sonido que entraba al camión. Yo estaba preocupado por esto, cuando sentí el primer chorro de agua en mi espalda baja, me llegó un escalofrio muy extraño, no sabía si me gustaba o no, dejo de caer agua y de inmediato una nalgada, el sonido fue muy sonoro, senti el ardor de inmediato en mi nalga, paso sus dedos por mi ano y lo limpio, otro chorro de agua y el mismo escalofrio, por lo frio del agua, dejo de caer y otra nalgada, yo me retorcí y gemí, ya no sabía si era por el dolor o por excitación. Muy bien pinche joto, te esta gustado como te trato. Yo no dije nada, solo me quede ahí, bajo el garrafon y puso sus manos en mi espalda baja, se bajo un poco, paso su verga por mi escroto y siguio subiendo, paso por ano y empujo un poco, pero no intento metermela, llego hasta arriba y agarro con una mano su verga y me empezó a pegar con ella en las nalgas un poco, ahora lo hizo al revés, cuando iba bajando y paso por mi ano otra vez, empujo otra vez, se quedo un momento y siguio su camino, lo hizo varias veces, yo estaba que me quemaba, ya quería que me la metiera de una vez, la última vez que iba para abajo y paso por mi ano, baje un poco el culo para que quedara su verga en el centro de mi ano y puje para que ...

... pasara su glande dentro de mí, lo cual logre un poco, pero rápido me la saco. Así que, ya quieres que te coja pinche maricon, pues pidemelo. No sabía que decir, se me hacía muy vulgar pedirle que me cogiera. Con que no quieres hablar pinche maricon. Note en su voz molestía, se paro, puso su pie en mis nalgas y me empujo muy fuerte y me caí, otra vez mi miedo surgio, empecé a temblar sin poder controlarlo, me tomo de los cabellos y me jalo hacía la parte de atrás otra vez, yo trataba de no rasparme tanto e intentaba pararme, llegamos al fondo y me avento a las colchonetas. Ya me canse de tí, pinche joto, estas así, de que llame a los del tianguis y te demos una madriza, entre todos, por ser un pinche puto. El miedo seguía subiento a grandes pasos en mí. Ponte boca abajo, carajo. Yo solo obedecí, de inmediato se dejo caer en mí, senti su verga en mi espalda baja, no se si lastimo o le gusto, solo oí sus gemidos en mi oido, se levanto un poco, bajo una de sus manos y acomodo su verga en mi ano, de inmediato me relaje, sabía que de inmediato me iba a penetrar sin miramientos, metio una mano abajo de mis hombros y con la otra levanto mi cara, se afianzo bien y me penetro de forma muy ruda, note como me partio el culo en ese momento, me ardio de forma brutal, pero no sabía si me gustaba o no. Comenzó a cogerme lentamente, lo sacaba y me lo dejaba ir hasta el fondo, como si quisiera partirme en dos, después de un momento, mi placer ya era muy grande, sentía que cuando me la sacaba, ...