El padrastro de Camilo - Relatos Eróticos

El padrastro de Camilo

... enorme verga de Damián no podía entrar fácilmente. Damián: no mames, estás bien cerrado, pero yo me encargo de que te entre hasta los huevos. Damián retiró toda su espada de carne y tomando impulso volvió a meter su verga en el culo del chico esta vez llegando hasta la mitad. Camilo volvió a grita más fuerte que la primera vez, sintiendo como un intruso comenzaba a entrar en su cuerpo robando su inocencia. El rostro de dolor de Camilo excitaba demasiado a Damián, que continúo empujando su verga dentro de Camilo hasta que finalmente entró todo chocando sus huevos con las nalgas del recién desflorado. Camilo: Noooooooooooooooooooooooooooooooooooooo Damián: de nada te sirve seguir gritando. ya estamos pegados. me perteneces. soy tu primer marido. yo me lleve tu virginidad, jajajajaja Las palabras de Damián se clavaban en el corazón de Camilo así como sentía como la verga de su padrastro se clavaba en él llegando cada vez más profundo. el dolor que sentía era enorme. Damián: qué se siente estar siendo follado por el mismo macho que se folla a tu madre. gime perra. gime como ella cuando se la clavó aunque tú me aprietas más. Camilo se mordía los labios para no emitir sonido alguno, pero cuando Damián comenzó el mete y saca, los gemidos de dolor comenzaron a escucharse por toda la habitación. los gemidos se combinaban con los de Damián que como un semental no daba tregua al culo del chico. también resonaba el sonido de dos cuerpos chocando. Camilo intentaba detener el mete y saca ...

... con sus manos, pero Damián le retiró las manos y el chico solo pudo sujetarse a las sábanas revueltas de la cama. Damián era un hombre de mucho mayor tamaño y masa muscular que su hijastro, por lo que la escena era demasiado violenta. de pronto Damián se detuvo y al sacar su miembro de un solo golpe, vio a su verga mancha de sangre como si de una espada se tratara. Damián soltando una gran sonrisa dijo: no mames que regalo me has dado. te rompí todito. he tenido a muchos putos pero ninguno había desquintado. solo por esto te voy hacer que goces tanto para que nunca olvides al macho que te desfloró. Damián dio la vuelta a Camilo que ya parecía un muñeco sin fuerzas y pociéndolo de perrito entró de una sola estocada en el culo recién desvirgado del muchacho que volvió a gritar como si un cuchillo lo partiera en dos. en esa posición la penetración era más profunda y Camilo sentía más adentro a su violador. Damián: siénteme putito. siente a tu macho. no puedes ni hablar de lo lleno que estás. no mames que placer me das. Camilo escuchaba las palabras y sentía cada una de las estocadas, pero en su mente pensaba cómo podría volver a ver a su madre a la cara después de eso. cómo decirle que su esposo ahora también era su marido. que el hombre que ella amaba lo había desflorado en su propia cama, lecho manchado por el sudor de ambos cuerpos y por la sangre de su desvirgado culo. era su padrastro él que le había quitado la virginidad, su sueño de encontrar a un buen chico y entregarse a ...