1. Patricia sigue (V)


    Fecha: 11/11/2017, Categorías: Incesto Autor: claudiob, Fuente: CuentoRelatos

    ... si no se cayó fue porque estaba sentado, cuando me paré para buscar el agua caliente y me vio la conchita depilada, me gusta usarla así y el orto cuando me di vuelta para buscar el agua. Le mostré bien el culo recostándome sobre la mesada para agarrar la pava y además lo moví despacito para que comprobase lo bien que estaba. Cuando me acerque a él para ponerle el agua en la taza, dejé mi vulva bien a alcance de su nariz, pero él dándose vuelta, me preguntó porque no me vestía. Yo le miré la entrepierna y ya le veía una incipiente protuberancia por lo cual solo dije que era porque estábamos en familia y como ya nos habíamos vistos desnudos consideraba que ya no era necesario. Claudio, tal el nombre de mi padre, me dijo: “Sí, precisamente de ello hablaremos pues sinceramente no me acuerdo”. Sentándome sobre la mesa empezamos el siguiente dialogo: —Bueno, es lógico que no te acuerdes pues la primer noche te emborrache y te di a tomar, sin que te enteres pues te la puse en una copa, una pastilla de viagra para que la tuvieses bien parada, es decir preparé todo para que lo hiciésemos, vos te emborrachaste y lo hicimos aunque como yo también había bebido mucho me dormí, de allí que me descubriste con tu pija en mi boca; la segunda noche no fue necesario que yo te emborrachase pues vos llegaste borracho como una cuba, y no solo eso sino que también te habías vomitado todo el pantalón, por lo que te lo saque y viéndote la hermosa pija que tenés no pude contenerme y te la empecé a ...
    ... acariciar y besar, ahí se te paró y me di cuenta que no era necesario darte una pastilla de viagra. —¿Y estando borracho te hice disfrutar? —¿Qué si me hiciste disfrutar? Anoche llegue 6 veces. —¿Seis veces? —Sí seis veces -Y abriendo mis piernas para que pudiese verme la concha agregue- ¡Sos una bestia en la cama! —No, no soy una bestia en la cama - Y sin sacar su mirada de mi concha agregó- lo que pasa es que vos necesitabas pija y tenías la mía a mano. —A mano, a boca, a todo - dije y levantándome de la mesa, apoye mi concha en su cara. Él trató de alejarme, pero yo no solo le agarre la cabeza, con una mano, haciendo fuerza para que su cara siguiese pegada contra mi concha, sino que la otra la llevé a su entrepierna e hice que mis dedos tamborileen sobre su verga, la cual inmediatamente dio signos de vida. No obstante, él impuso su fuerza y se separó de mí, y parándose comenzó a caminar hacia la puerta de calle. Viendo eso le dije: “No te vayas, disfruto más con vos que con Mario” —¿Qué Mario? ¿Tu hermano? —¡Sí, mi hermano! ¡Tu hijo fue mi primer hombre! Él me descubrió cuando estaba por hacerlo con Eduardo y lo sacó a golpes, pero como yo estaba muy caliente me entregué a él y a partir de ese día lo hacemos casi todos los días. —¿Casi todos los días? —Sí, casi todos los días, aunque no lo hicimos durante muchos días, porque mamá estaba quebrada. —Menos mal, porque si ella se llega a enterar. —¿Si se llega a enterar?, ella ya lo sabe. —¿Lo sabe? ¿Cómo se enteró? —Yo se lo ...
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