1. MI CUÑADA,ADEMAS DE PRINCESA,RESULTO MUY PUTA 2


    Fecha: 29/08/2019, Categorías: Voyerismo Autor: pevertido, Fuente: xHamster

    ... me respondió:―Te equivocas, de ser un personaje de cuento sería Blanca Nieves y tú, el cazador. Eso que tienes ahí: ¿qué es? ¿El cuchillo con el que vas a matarme?Me sonrojé al saber que se había percatado de mi excitación y tapándome las vergüenzas, contesté con tono duro.―Mi cuchillo nunca se clavará en tu cuerpo.―Ya veremos― contestó soltando una carcajada, tras lo cual, haciendo a un lado mi humillación me cogió del brazo y alegremente, me sacó del chalet.Ya en el coche, mi cabeza no dejó de dar vueltas al no comprender qué sentido tenía que esa mujer tonteara tan descaradamente con el hermano de su marido, cuando apenas llevaba siendo viuda una semana. Mirándola de reojo, me sorprendió ver que estaba llorando y sin apenarme de sus lágrimas de cocodrilo le pregunté el motivo.―Me recuerdas a Alberto y aunque sé que es lo que él deseaba, por cumplir con mi deber siento que le estoy traicionando.―Disculpa pero no te sigo.Desconsolada, la mujer se abrazó a mí mientras me decía:―No puedo ser tu esposa de pega, necesito un heredero que reine después de mí y por eso sé que debo seducirte, aunque opines que soy una puta.Indignado pero sin ser ajeno a que esa mujer me trastornaba, me recriminé por no haberlo pensado: Las monarquía se perpetúan con hijos y si esa mujer estaba convencida de que iba a reinar, necesitaría tenerlos. La sola idea de que fuera mi simiente la que la preñara, me hizo abrir la puerta y vomitar. Mi reacción incrementó su llanto y olvidándose del chofer, ...
    ... me preguntó gritando:―¿Tan vomitiva me encuentras?Juro que no encuentro una explicación lógica a lo que hice pero, al oír su queja, la cogí entre mis brazos y la besé. Ella, tras la sorpresa inicial, respondió a mi caricia y pegándose a mí, dejó que mi lengua jugueteara con la suya mientras mis manos recorrían su cuerpo.Esa fue la primera vez que palpé la firmeza de sus pechos y solo la imposibilidad física, de desnudarle el dorso, evitó que al igual que en un sueño me comiera sus pezones. Dejándose llevar por la calentura, me acarició por encima de la bragueta y eso rompió el encanto, al recordar a mi hermano.Realmente no sé si fue ella o por el contrario yo, quien se separó pero lo cierto es que avergonzados y mirando cada uno por la ventanilla ni nos dirigimos la palabra durante el resto del trayecto. Ya en el hotel donde iba a tener lugar el banquete y mientras se bajaba del automóvil, me dijo con dolor:―Tenemos que respetar los tres meses de luto.Dudando si su sufrimiento era por la traición o por sentirse atraída por mí, la seguí por las escaleras de entrada. Adoptando un aire regio, mi supuesta prometida me cogió del brazo y con paso firme entró en el salón. Supe que debía cumplir con mi papel de consorte e imitándola fui saludando uno a uno a los presentes. Aun acostumbrados al modo de vida occidental, esos miembros prominentes de la colonia nos hacían una genuflexión mientras le miraban con auténtica devoción.«Es una autentica líder», pensé mientras la valoraba en ...