1. Atracción fatal o amor prohibido (4) Algo más que sexo


    Fecha: 29/08/2019, Categorías: Incesto Infidelidad Autor: Nazareno Cruz, Fuente: CuentoRelatos

    ... quieres entenderme… - No comprendo del todo. Lo habíamos hecho todo y súper bien. - Bueno… no todo todo. - Sigo sin entender - No hicimos todo, todo no, te falto venirte dentro mío. Recuerdas? - Ah, bueno, eso fue tan solo un detalle… - Bueno ese “detalle” es el “quid•” de la cuestión. Necesito que te vengas dentro de mí. Lo de la estimulación fue la receta médica, pero por razones económicas y sobre todo razones personales, me gustaría, y mucho, que esa “estimulación” la hicieras tú, y la inseminación fuera la sabrosa lechita de mi “hermanito”. Entendiste ahora? - Hmm, totalmente. Me pareció entenderla de una, pero aun así creía que no era posible, por eso dudaba, la confirmación era una alegría y un compromiso. Sentía muchas ganas de disfrutarla, pero luego sentía que podría dejarme muchas dudas, de todos modos acepté en “hacerle el favor” tener sexo para preñarla. Durante ese mes busqué la forma de cuidarme más de la cuenta, de comer muchos tomates, los naturistas dicen que son la fruta del amor, porque contiene una cantidad de aminoácidos esenciales que pueden contribuir a aumentar el volumen de esperma y mejora el sabor, bueno para cuando se lo trague. Acordamos el tiempo de su estadía en mi ciudad para intentar cargarla de mi semilla. Como seguía en una situación de impasse matrimonial disponía de comodidad para darle vivienda y tiempo para atención sexual. Durante todo el tiempo estuvo calentándome, envío persistente de fotos y videos de ella en las posturas más ...
    ... atrevidas, sobre todo ofreciéndome el agasajo de sus tetotas, que bien sabe son la parte de ella que turba mi razón y me pone muy loquito. Tanto anticiparse me había hecho dependiente de esperar esas selfies con las poses más obscenas. Pero al fin llego el día señalado, pase a buscarla a la estación de tren, se bajó discretamente vestida, una falda como de señora profesional, larga hasta la rodilla, una blusa que disimulaba sus voluminosas tetas que me tienen tan loquito. Pero todo era nada más que un camuflaje, una forma de engañar a los sentidos, durante el viaje fue me contó de ella y de su vida familiar, aunque en el trayecto fue quitándose las prendas íntimas, primeo fue el soutién que no sé de qué arte de magia se valió para deshacerse de él sin quitarse la blusa, lo sacó por una manga balanceándolo como trofeo, la tanga fue mucho más fácil, subirse la falda hasta la cintura dejando que viera la mata de vellos negros enrulados al quitársela del todo y quedarse así con la falda bien arriba jugando a provocarme y ser mirada por los autos que circulan en la calle. Estos gestos y el “franeleo” sobre el miembro hicieron que tuviera que detenerme para meterle mano a sus tetotas y comerle la boca para no morir de calentura. Ni sé cómo llegamos, antes de bajar del auto, en el garaje, abrió la bragueta, sacado la vega y darle una soberana mamada que casi me hace acabarle en la boca, algo que me había prohibido hacerle, pues todo el semen estaría destinado a cargarla. En el camino a la ...
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