1. Mi nena me pertenece


    Fecha: 25/02/2019, Categorías: Incesto Tus Relatos Autor: papichurro, Fuente: RelatosEroticos-Gratis

    ... rato y ella solo gemía como una verdadera puta. Metía mi lengua en su pequeño agujerito y lentamente empecé a meter un dedo y jugar en él.
    
    - Eso es nuevo, papi
    - Te gusta?
    - Es raro, pero si
    - A tu mamá le gustaba
    - Sigue entonces
    
    Metí mi dedo más hasta el fondo de su culito mientras lamía su coñito con desesperación. La hice acabar a gritos. Por suerte nuestra casa está en el campo y podemos hacer todo el ruido que queramos. Sin sacar mi dedo de su culo seguía acariciando su coñito jugando con él. 
    
    - Papi, eso fue muy rico
    - Lo sé
    - Enséñame más
    - Nena hermosa, si hacemos esto no hay vuelta atrás
    - No me importa, eres mi papi y quiero ser tu nena por siempre
    - Ahora te voy a follar el culito entonces, porque tu coñito ya no es mio
    - Soy toda tuya mi papi hermoso, ahora solo yo estaré contigo para siempre y mi culito te pertenece
    
    Me puse de pie no sin antes volver a lamer su culito, tomé mi verga y apunté a su pequeño agujerito. Metí la punta y mi pequeña dio un grito enorme. 
    
    - Estás bien?
    
    Se abrió su culito con las dos manos
    
    - Dale papi, métemela 
    
    Y empecé a empujar lentamente. Logré meter la mitad de mi verga en su culito. Volví a escupir y me puse a bombear. Primero lento, muy ...
    ... suavemente, mientras ella gemía con dolor. 
    
    - Quieres que me detenga?
    - Sigue!
    
    Seguí follando su culito, agarrando firmemente sus nalguitas. Como si fuera una puta cualquiera. Mientras más me volvía loco aceleraba las enculadas. Hasta que mis bolas chocaron en su coñito. 
    
    - Ay papi, no parí! 
    
    Me convertí en un animal y me olvidé que era mi pequeña hija. Solo era un hermoso culito de ensueño que pedía verga mientras me lo follaba duramente sin parar. Estuve 20 minutos follándomelo como un salvaje y casi no ponía atención a los gritos de mi pequeña.
    
    - Párteme papito! 
    
    Acabé. Le llené el culito de leche sin sacar mi verga. Ahí me quedé agarrándola de las caderas firme mientras mantenía mi verga bien adentro de su culo, esperando vaciar toda mi leche dentro de él.
    
    - Siento caliente dentro de mi culito, papi. Quédate ahí, no te salgas.
    
    Me quedé un rato hasta que no di más y caí tendido en la cama. Mi nena tomó mi verga flácida y la empezó a lamer y chupar hasta dejarla limpia. 
    
    - Papi, tengo mi culito lleno de tu leche
    - Nena mia, tu culito es lo mejor que me ha pasado
    - Te dije que lo iba a lograr, ahora esa verga tuya me pertenece
    - Si nena, es toda tuya
    - Para siempre?
    - Para siempre 
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