Mi primera vez con el hermano mayor de mi amigo - Relatos Eróticos

Mi primera vez con el hermano mayor de mi amigo

... pene estaba erecto, no podía controlarlo y el suyo se marcaba sobre su pantalón, yo lo froté y me subí sobre el mientras seguíamos frotando nuestras lenguas, lamia mi cuello y estrujaba mi cintura, sentía sus brazos que me rodeaban, sus manos rasposas que tacaban mi piel suave. Su barba que raspaba con fuerza mi cuello y su boca que me mordía con suavidad el cuello, empecé a meter mi mano de bajo de su pantalón y sentir su pene baboso que lubricaba mis dedos, sus testículos tibios y empecé a frotarle queriendo sacarle más de ese líquido que dejaba como burbujas sobre su pene, hasta que con su mano en mi cabeza me llevo a su pene que ya estaba fuera y erecto. 
Era el primer pene que veía y para mi era grande, con venas bien marcadas, estaba limpia y sobre la cabeza escurría líquido, pero como estaba muy prendido le lamí ese rico pene, le lamia desde los vellos recortados, pasando mi lengua hasta la cabeza para luego meterlo en mi boca que no entraba toda pero el con su mano empujaba mi cabeza para que me entrara. Veía sus gentos de placer y su lengua mojando sus labios rosas mientras yo deslizaba mi lengua hacia sus bolas. Volví a poner su pene en mi boca y esta ves para que entrara una y otra vez, sintiéndose deslizar con cada vez más velocidad, hasta que se vino dentro de mí. Ese sabor para mi era nuevo y hasta cierto punto algo desagradable, pero con tal de hacerle sentir bien a mi hombre no dije nada, escupí lo que tenía y me dispuse a dejar bien limpia su verga que cada ...

... vez se hacía más flácida.  Me hiso bajar los pantalones, me lamio el pene y masturbo hasta que me hiso eyacular. Luego nos besamos y me dijo “estas bien rico, a ver cuándo vuelves”, le dije para el otro sabado a lo que me respondió “vale, pero vente más temprano”. Entonces terminamos de besarnos otros 5 minutos, tome mi lap y me despedí para volver la semana siguiente, pero esta vez estaría preparado. Justo antes de llegar a mi parada vi a Aaron doblando la esquina, quien se dirigía a su casa. Nos saludamos, platicamos un rato y me fui, en mi mente ya le estaba diciendo “cuñado” jajaja. Aunque en cierto momento sentí atracción por Aaron yo prefería a Christian quien era mas alto, robusto y barbón que su hermano.
El sábado siguiente me levante mas temprano, me bañe y me arregle mejor que la semana pasada para ir a la casa de Christian quien me abrió y me dijo que pasara, pero esta ves a su habitación. La casa estaba vacía como todos los sábados en la mañana y su habitación organizada. Cerro la puerta y me beso, en cada beso largo me daba uno más pequeño y tierno. Se acostó sobre su cama y yo sobre él para acariciarnos. Se desabotono la camisa y veía su pelo en pecho, su abdomen con su camino de vello invitándome a encontrar su pene. Me quito la camisa y me abrazo mientras su exquisita barba raspaba mi cuello delgado, deslizaba su lengua para lamer mis tetitas, las mordisqueaba, las chupaba para continuar con mis axilas, que siempre han sido poco velludas como el resto de mi ...