Mi primera vez con el hermano mayor de mi amigo - Relatos Eróticos

Mi primera vez con el hermano mayor de mi amigo

... cuerpo. Me quito los pantalones y metió su dedo para acariciar mi ano, metiendo poco a poco los dedos, al principio doloroso, pero me confortaban sus besos, su pelo tocando mi cuerpo lampiño. No sé cuándo se quitó los pantalones, pero me puso de cuatro, con mi culo parado, para recibirlo y entregarse a ese hombre, mi hombre. En mi ano sentía esa lengua suavecita, caliente acompañado de las caricias de sus manos hasta que sentí la cabeza de su pene rozando mi ano. Estaba más babosa y dura que la otra vez, se puso lubricante y me la empezó a meter de a poco. 
Me dolía muchísimo, recuerdo que me ardía, cada ves que entraba, yo gemía de dolor, mi cara estaba roja por la presión que sentía en mi ano, pero él tomo mi mano y me dijo “relájate sé que te duele, es tu primera vez”, ahogaba mis gritos con la almohada de su cama y Christian no se detenía, la empezó a meter y sacar destrozándome el culo.
Me volteo y me abrió las piernas para depositar penetrarme, ahora con más facilidad y conforme lo hacia lo sacaba con lentitud dejando sentir el largo de su pene en mí y empezó hacerlo cada vez mas rápido mientras me besaba, me besaba mi cuello, yo ya me había acostumbrado a su pene sin darme cuenta y mis gemidos ahora eran de placer ardiente. Abrazaba su ancha espalda y sus pecho humedecidos de sudor que empapaba mi cuerpo y me impregnaba de su aroma, yo estaba igual de sudado así que mezclamos nuestro sudor con el otro, metía y sacaba con mas rudeza su pene en mi hoyito recién ...

... desvirginado y el sudor se intensificó, su boca mordía hombro y yo gritaba con fuerza, exigiéndole a mi hombre más y más, le decía “cógeme papi, cógeme más duro” mientras acariciaba mi pene que escurría semen que caía sobre mi pancita. Estaba que arde hasta que en un breve momento me apachurro con muchísima fuerza dejando caer su sudorosa frente en mi hombro, se había corrido dentro de mí. Se levanto sin sacar su pene y me empezó a masturbar mientras veía su pecho sudoroso, cura roja de calor y sus hermosos labios rosas que me excitaban liberando chorros de semen en mi pecho. Retiró su pene con lentitud y nos acostamos en cucharita por un rato más, estábamos exhaustos y satisfechos del otro, platicamos un rato mientras estábamos desnudos y luego me vestí para proponerme irme, antes de llegar a la puerta principal de su casa y abrir nos besamos apasionadamente y nos prometimos repetir, entonces me fui. 
Al llegar a mi casa aun sentía su aroma en mí, era cálido, embriagador y masculino, todo el día pensaba en Christian y en lo bien que nos la pasamos, esa noche me masturbe de nuevo pensando en él  y el dolor de culo me duro por dos días. Desde entonces los sábados salíamos de paseo o teníamos sexo hasta que en dos meses decidimos ser pareja, discreta y a escondidas de todos pero estábamos enamorándonos, fue que al año el revelo su bisexualidad ante todos, en parte estuvo bien porque por ciertas circunstancias también sali del closet, entre tantos sucesos hicimos nuestra relación ...